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El contradiós de ADIF en el Corredor

Dice Javier Marías que hoy quien no se indigna por algo parece que sea un acomodaticio, un dócil, un sumiso o simplemente un tonto. Cabe ser exigente, pero escuchar los motivos de los otros y razonar sobre lo que nos disgusta, no vaya a ser que acabemos siendo irreflexivos o unos intolerantes insoportables. Espero mantenerme en el terreno de lo razonable, pero nadie me ha dado razones para no describir (¿denunciar?) el contradiós (palabra impulsada por Umbral, que está en el Diccionario, como «acción absurda o vituperable») que están perpetrando los proyectos de ADIF (la empresa pública encargada de diseñar la red ferroviaria española). Escribo con temor, que si siguen como están, la conexión de pasajeros entre Barcelona y Valencia tendrá un cuello de botella de 150 kilómetros en forma de vía única de ancho europeo entre Vandellos y Castelló. Ello, como supuesto remedo de los años que llevamos años, con los 35 kilómetros de vía única entre Vandellós y el puerto de Tarragona. Lo que sigue es lo que he concluido después de destilar las informaciones de ADIF con motivo del nuevo Valencia- Castelló (Vlc-Cs) que está contando con el aparente silencio de los empresarios y de la conselleria (la de antes y la de después del 24M).

No abusemos de indignación: a) asumamos aunque sea a regañadientes que los tiempos de debatir los pros y contras del tercer carril, han pasado, la discusión se ha agotado con los recortes; b) aceptemos que va a ser una de estas soluciones provisionales aunque sospechemos que seguirán funcionando el día de nuestra muerte; c) Conformémonos con que el Vlc-Cs basado en las vías actuales será un trayecto que nunca Renfe podrá vender bajo el nombre de AVE. Para los españoles de a pie, AVE equivale a servicio de ferrocarril de viajeros sobre ancho europeo y en línea de alta velocidad (LAV), tal como cuidadosamente la define la UE. El único resultado será que no más de cuatro convoyes diarios salgan de Castelló, paren en Valencia y desde allí, sin cambiar de tren, en AVE, ahora sí, lleguen a Madrid. Cada lector valorará el coste/beneficio de la operación, pero no piense que tiene nada que ver con el Corredor Mediterráneo (CM). Los anchos de línea en el corredor deben avanzar de norte a sur, no creando islas provinciales.

Empezamos a intuir que alguien ha engañado y otros se han dejado engañar al comprobar que las obras que sufriremos hasta diciembre sólo van a instalar un tercer hilo en el tramo Vlc-Cs (insisto sólo una via tendrá ancho europeo entre las dos ciudades). En coherencia con ello, ADIF acaba de anunciar que todos los kilómetros que separan Castelló de Vandellós, esto es, lo que sigue el Vlc-Cs hacia el norte va a tener el tercer hilo solamente en una de las dos vías, la otra va a mantener su actual ancho ibérico

Con los datos a día de hoy que nadie piense que CM avanza. Alguien lleno de buena intención pensará que este tercer hilo en la vía será una línea de alta velocidad, ya que el trayecto lo permite y cumpliría los requisitos para ser AVE. Pero antes de que se ilusione, permítanme recordar una obviedad: los trenes suelen ir en dos sentidos (¿no?). Nadie en su cabeza puede pensar en un AVE que para en una estación a esperar que pase otro en sentido contrario. Desgraciadamente, 150 kilómetros de monovía de LAV no tienen funcionalidad alguna, es un ejemplo de contradiós.

Si la obra se justifica por las mercancías, sepan que en todo el Estado español existen escasísimos vagones con ancho europeo y que por ahora no se les espera. En el caso de que vayamos a mantener el actual Euromed en vía de ancho ibérico, ¿por qué vende Fomento el nuevo CM? Yendo más adelante „y disculpas por la tecnicidad„ lo mismo me pregunto en el caso que ADIF piense resolver el problema con un cambio de ancho en algún punto del trayecto.

Las opciones que se nos ofrecen son: a) seguir con la monovía de Vandellós- Tarragona unos lustros más; b) contar con un cuello de botella en forma de LAV ahora de unos 150 kilómetros; c) trabajar con trenes Alvia, que soportan el cambio de vía pero que por razones de ingeniería nunca serán un AVE.

Antes de ponerme a escribir he comentado la situación con técnicos, políticos y empresarios: «Tienes razón, pero que al menos hagan alguna obra». ¿Tan mal están las cosas, que nos las tomamos a cachondeo? Por si faltaba algo en el tal contradiós, el silencio de Cataluña ha sido clamoroso: se habla de la conexión Valencia-Barcelona, como si a Cataluña el sur de su CM tampoco interesara en exceso.

El problema de pedir una insensatez como un AVE a Castelló es que alguien puede concederla. El objetivo de Castelló era Madrid y ha conseguido hacer olvidar la conexión con el norte.

La historia ni siquiera se explica por el secular pecado de la radialidad ferroviaria. Desgraciadamente, todo se reduce a improvisación e ignorancia en clave de política partidista valenciana. El relato empezó en la noche del 14 al 15 del pasado diciembre, cuando la ministra de Fomento, que debe ser una política de raza, se llevó a políticos y a empresarios valencianos a la variante de Nules para que vieran como avanzaban las obras del AVE. Allí no se comprometió con la finalización del CM, pero sí a que «el AVE llegará a Castelló en 2015». Más o menos esto lo habrá cumplido. A esta promesa se cogieron como un clavo ardiendo la consellera de la época (Bonig y Fabra proceden de La Plana) y el entonces delegado del Gobierno, Serafín Castellano, que remachó: «Esto demuestra la apuesta del Gobierno por el Corredor Mediterráneo». Desgraciadamente, tras los cambios habidos el 24M nada parece haber cambiado: la nueva alcaldesa de Castelló se ha apuntado al derecho inalienable de tener su AVE a Madrid (aparentemente ignorante de los planes de ADIF hacia el norte, a pesar de sus múltiples profesiones de fe en el CM) y la nueva consellera se mantuvo callada cuando el subsecretario de Fomento decía que la Comunitat Valenciana iba a tener un «AVE regional», cosa que nadie explica para qué va a servir, fuera de campaña electoral. ¿Alguien cree en serio en que el tráfico entre Alicante y Castelló justifica la obra?

Se está montando un cuello de botella en forma de monovía de una LAV para los próximos lustros.

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