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El fuego de la palabra

Luis: «Mi abuelo Fernando era un hombre extraño. Dicen que salí a él. No sé si es un elogio o un insulto porque era raro de narices. Con decirte que rellenaba los impresos tras el sorteo de la lotería y luego comprobaba si le habría tocado está dicho todo. Nunca supe si alguna vez había ganado perdiendo, o perdido ganando. Mira, Luisín, me decía, lo mejor de los Reyes Magos no es el día en que te dan los regalos sino la noche en la que te duermes soñando con ellos, y lo mejor de que te toque un premio es imaginar lo que harías con él, porque si te toca de verdad no tendrás más que problemas.Su teoría no acabó nunca de convencerme pero la convicción con la que la defendía era digna de admiración. Cuando consideró que yo tenía edad suficiente para hablar de cosas serias me habló de su vida amorosa, que fue larga e intensa hasta que conoció a mi abuela. Entonces decidió que nunca amaría a otra mujer pero que su cuerpo de vez en cuando necesitaba desahogos con los que mantener cierto grado de independencia respecto a lo que tenía en casa. ¿Le eres fiel?, pregunté. No, dijo. ¿La quieres?, pregunté. Sí, respondió con rotundidad. ¿Y si la quieres cómo puedes engañarla?, pregunté. A ver, Luisín, me dijo, ¿a ti te gusta la nieve? Sí, respondí. ¿Y te gustaría que nevara siempre?, preguntó. Yo era demasiado joven para encontrar un argumento contrario a esa teoría, y lo cierto es que al poco tiempo me eché novia y a los dos años me cansé de que nevara siempre. No es algo para sentirse orgulloso, pero, como me dijo mi abuelo, no se puede ser lo que no eres ni dejar de ser lo que eres. Mi abuelo era un hombre extraño al que nadie entendía salvo yo. Tenía una biblioteca inmensa en la que cabían todas las palabras del mundo, todas las historias que hay que leer. Una noche, ya muy anciano, se incendió y mi abuelo entró en ella cuando ya era demasiado tarde para intentar salvar alguno de los libros, miró a su alrededor sin saber por cuál decidirse, y cuando comprendió que no podía hacerlo, se sentó esperando al fuego".

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