El pasado 19 de agosto tuvo lugar uno de esos eventos meteorológicos que nos parecen increíbles incluso a aquellos que estamos acostumbrados a las locuras del triángulo de convergencia de las comarcas litorales y prelitorales del sur del golfo de Valencia y el norte de la provincia de Alicante. En algunos lugares de Tavernes de la Valldigna, provincia de Valencia, cayeron más de 220 mm en pocas horas, en el centro del núcleo urbano unos 140 y en la playa de este municipio 31. Son precipitaciones, una vez más, tropicales, típicas de esta zona, como los casi 390 que cayeron en Sueca en 2008 en 12 horas, 140 en tan solo una. No son las típicas situaciones de lluvias torrenciales extensas de la segunda mitad de septiembre, octubre y noviembre, son mucho más puntuales, más propias de finales de agosto y principios de septiembre, pero este año todo parece ir adelantado 15 o 20 días. J. C. Fortea pasó una imagen por facebook del canal visible del Meteosat al amanecer, en el que la mitad oeste peninsular estaba todavía a oscuras, y el sol desde el este proyectaba la sombra del impresionante torreón nuboso causante de lo de Tavernes hasta el interior de Murcia. Ángel Rivera, en su blog http://eneltiempo-angelrivera.blogspot.com.es/2015/08/las-intensas-y-eficientes-lluvias-de-la.html?m=1, hace una magnífica explicación de este fenómeno concreto y de por qué es relativamente frecuente en este sector de España. Todo va algo más allá del mar cálido e inestable y del efecto disparo de los relieves cercanos al litoral ante los vientos húmedos del este; destaca la convergencia de vientos singular que se llega a dar aquí y reivindica algo que yo suscribo, un estudio pormenorizado de estos fenómenos, para el que es necesario la «emisión en abierto» por parte de Aemet del modelo Harmonie. Desde luego mejor eso que no haber declarado ningún aviso para ese día y acabar declarando uno amarillo para cuando la lluvia estaba a punto de cesar, eso que llaman aviso por evento sobrevenido u observado. Sinceramente, no entiendo para qué sirven los avisos meteorológicos a posteriori. Comprendo que nadie supiera que iba a pasar algo así solo con los modelos de predicción, pero no como no hay alguien en Aemet vigilando día y noche las imágenes del Meteosat y los demasiado escasos radares de precipitación, los únicos capaces de detectar esto con algo de antelación, tal y como hacían por la red centenares de aficionados.