¿Por qué cierran las salas? Porque la gente va menos al cine (casi la mitad en 2014 que en 2002). ¿Por qué va menos? Porque tiene demasiada oferta de entretenimiento fuera. Dicho así parece sencillo, pero quizás la cuestión de fondo estribe en que para la gente el cine no tiene su antigua magia, debido a su vez a que la magia requiere una concentración, y una predisposición al prodigio. El cine, antes, era una inmersión en otro mundo, y al acabar la película sentía uno que salía de un trance, hasta caer en el mundo real, con un plop, al pisar la calle. En cierto modo el cine era un alucinógeno, y una ceremonia sacramental.
La gente ahora ya no cree en milagros (en sacramentos menos aún), y la ficción hace mucho que ha dejado de ser una pócima sagrada. Tal vez todo empezara a ir mal cuando la ingesta de cine se mezcló con las palomitas. Hacen bien en no permitirlas en las iglesias.
