Corrían los años sesenta, dos décadas después del final de nuestra Guerra Civil, y los jóvenes españoles, nacidos en la postguerra, apenas llegaban a los veinte años. En América y Europa, superado, también lentamente, el trauma de la Segunda Guerra Mundial, contra el fascismo, como en España, se recuperaba la alegría y con ella la contestación social al orden establecido. Tras la guerra de Corea, EE UU reincidía en Vietnam „que ya la había tenido con los franceses en busca de su independencia„ y, con todo ese caldo de cultivo, el movimiento hippie moviliza las universidades, los ecos de Marcuse (El hombre unidimensional, 1964) se enfrentan al pensamiento único, y dos jóvenes, de nombre artístico, Joan Baez y Bob Dylan, se encuentran en el Greenwich Village, de Nueva York.

Joan, ya conocida cantautora, descubre a Bob y queda admirada del potencial del joven de Minesota, y de su pasión por el cambio social. Lo va introduciendo en los ambientes musicales y, al poco, una romántica historia sucede entre ambos. Joan había grabado su primer álbum en 1960 y, poco después, lo haría Bob en 1962. Juntos interpretan en Newport, en ese año, «Blowin´in the wind», flotando en el viento. Ambos logran, en sus respectivos álbumes, dos preciosas interpretaciones de «The house of the rising sun», la casa del sol naciente. Tras el éxito, en 1963, de «The Freewhelin» (el desenvuelto) Bob Dylan, con sólo acompañamiento de guitarra y armónica, Baez comienza a incorporar éxitos de Dylan y en su álbum «Farewel Angelina», en 1965, lo hace con cuatro temas compuestos por él.

En 1963, Bob y Joan participan en la Marcha por los Derechos Civiles sobre Washington, en la que Martin Luther King pronuncia su conocido discurso «I have a dream» («Tengo un sueño». La relación sentimental entre ambos termina sin aparentes heridas residuales y tiempo después, mientras Joan Baez profundiza en su relación con el folk, Bob Dylan camina hacia otros estilos musicales, con mensajes diferentes a los temas sociales de sus inicios. Su éxito alcanza a las nuevas generaciones que reconocen su labor precursora, desde la música, para cambiar el mundo. Recientemente, Dylan grabó «Shadow in the night» («Sombra en la noche») mientras en sus declaraciones se limita a repetir aquellas, antaño, sus propias palabras «It ain´t me, babe » («no soy yo, bonita»), incluídas en el álbum «Another side of Bob Dylan» „que también interpretara Joan Baez„ para excusarse, dándoles diferente sentido, por dejar de mantener su compromiso social.

Este año, ambos han visitan nuestro país, 55 años después de aquel su primer encuentro. Bob Dylan ha actuado en su habitual never ending tour, gira de nunca final, pero no lo ha hechoen Valencia, como tiempo atrás hiciera en el velódromo de Benimàmet. Por su lado, Joan Baez, ha venido a actuar al Palau de la Música Catalana, interpretando «Mes lluny» del «Viatge a Itaca», de Lluis Llach, siendo coreada por el público.