Tras el caluroso verano que hemos vivido, comienza la preocupación sobre cómo puede ser el otoño 2015 en el litoral mediterráneo. Y como telón de fondo la necesidad de saber si habrá o no «gota fría» en los próximos meses. En alguna ocasión hemos comentado que los modelos de predicción estacionales han mejorado mucho en los últimos años, pero no son pronósticos meteorológicos exactos. No tienen esa finalidad. Marcan tendencias de funcionamiento de las principales variables atmosféricas (temperaturas y precipitación) durante un trimestre. Para este otoño hay dos modelos estacionales bastante distintos en sus apreciaciones. Por un lado, la predicción que elabora Aemet a partir de diferentes modelos estacionales, nos habla de un otoño algo más cálido de lo normal y más lluvioso respecto a la media entre 1981 y 2010. Por tanto, podríamos decir que es una predicción estacional optimista por lo que a precipitaciones se refiere y que tanta falta nos hacen en esta parte de nuestro país. Por el contrario, la predicción estacional de la NOAA estadounidense nos habla de un otoño bastante normal en cuanto a temperaturas, pero muy seco por lo que a lluvias se refiere. De hecho, se dibuja en el mapa de España una mancha marrón intensa, que indica precipitaciones por debajo de lo normal sólo en el litoral mediterráneo. Otoños distintos y cualquiera de los dos, o incluso los dos a la vez pueden desarrollarse. Este año hay una circunstancia añadida. Hay «Niño» intenso en el Pacífico y eso supone alteración de la circulación atmosférica en latitudes medias del Hemisferio Norte. Recordemos, al respecto, los años 1972, 1982, 1997. Todos ellos con «gotas frías» importantes en el litoral mediterráneo. Aunque ocurrieran, como en 1982, en medio de una sequía muy intensa, como la que está teniendo lugar este año.