El Cáucaso es una de las regiones de la Tierra con mayor diversidad biológica, tribal y lingüística, incluso mayor que la de Iberia, que también es el nombre „es un misterio„ de una de las cuatro regiones que componen Georgia. Lógicamente, se trata de dos áreas del mundo muy interesantes, aunque con algunos problemas: los carneros se pasan el día disputándose el territorio y el ruido del entrechocar de cuernas no desaparece, que es lo que ocurre aquí entre el gobierno de Madrid y el de Barcelona.
Junto a un llamamiento a la unidad, perfectamente defendible (me sumo), Madrid tendrá que aceptar que si una cantidad considerable de catalanes pide la independencia, habrá que celebrar, antes o después, una consulta, y negociar su alcance y condiciones. Más que nada por conocer los números que manejamos, más allá de las suposiciones. El resto es política. La que no hace Rajoy ni nadie de su equipo (una propuesta del ministro Margallo fue rápidamente desautorizada). La que no quiere hacer, aunque sabría, la candidatura mil flores de Artur Mas, que sigue con su matraca (ahora acelerada por si la gente repara en lo que tiene y en el riesgo de perderlo) bajo especie de desconexión unilateral. ¿Desconexión? ¿Cómo piensan funcionar? ¿Con butano?
Se mire como se mire, esa cosa que llamamos España hizo un esfuerzo de relajación de su ser con el Estado de las autonomías y el caso particular catalán: región aparente y estado no declarado real. Ese estatus permitió que Cataluña y España conocieran varios decenios de avance en todos los terrenos, un avance que se ha frenado desde 2008 por causas ajenas a la identidad. Poner eso en peligro me parece irresponsable; como roza la irresponsabilidad criminal el uso del resorte anticatalán por parte del PP para obtener beneficios políticos inmediatos. Con los chistes de Lepe y de catalanes, nos vale y sobra para gestionar diferencias internas. ¿Independencia? La política económica se decide en Bruselas, la militar en Washington y la crediticia en Pekín. Construyamos Europa: antes de que nos destruyan las patrias.
