De cara a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en París (COP 21), que tendrá lugar en diciembre, la Comisión Europea inauguró hace dos días la Semana Europea de la Movilidad anual (del 16 al 22 de septiembre), con eventos programados en más de 2 000 ciudades europeas. La Semana Europea de la Movilidad fomenta soluciones innovadoras para los retos actuales en materia de movilidad urbana, que pueden contribuir a los objetivos de la UE en cuanto al cambio climático y la descarbonización.

Este año, uno de los eventos destacados en la Semana Europea de la Movilidad será el día sin coche, durante el cual las ciudades sólo permitirán, en algunas de sus zonas, el tránsito de peatones, ciclistas, transporte público y vehículos limpios (como coches eléctricos). A modo de ejemplo, el casco antiguo de Estocolmo y la mayor parte del centro se limitarán al tránsito peatonal.

La Semana Europea de la Movilidad respalda la promoción de las políticas de la UE en los ámbitos del transporte, el cambio climático, la eficiencia energética y el desarrollo urbano sostenible. Este mensaje llega a 170 millones de personas aproximadamente, tanto de Europa como del resto del mundo. Esta semana comenzó a celebrarse en 1998 con el día «¡En la ciudad sin mi coche!» de Francia, que aún sigue alentando a las ciudades a organizar un día al año sin coches y a promover el uso de medios de transporte sostenibles. El éxito de esta iniciativa supuso la inauguración de la Semana Europea de la Movilidad en 2002. Ahora, con más de 1500 ciudades registradas, se han aceptado más de ocho mil medidas permanentes, como consecuencia directa de la Semana Europea de la Movilidad, que tienen por objeto las infraestructuras disponibles para caminar y montar en bicicleta, mejorar la accesibilidad de los transportes y aumentar la concienciación en cuanto a hábitos más sostenibles en materia de desplazamientos.

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