El empeño en recuperar el cetro de Llargues, la modalidad madre de este deporte, la que sigue acaparando los mejores titulares en la prensa de los países europeos de la CIJB, ha tenido un resultado fallido. Y esa creciente diferencia a favor de los campeones europeos debería llevar a un examen de autoevaluación. Debe hacerse salvo que consideremos las competiciones internacionales como algo secundario, como algo que no vale la pena. Aquello de la zorra y las uvas. Las deseaba la zorra pero cuando vio imposible conseguirlas hizo como que las despreciaba. Ana Belén de Borbotó, icono de la selección valenciana marca el camino a seguir: empeño personal, trabajo a destajo y una fe inquebrantable en llegar a las cumbres. Cinco o seis horas a la semana de sus ratos de ocio dedicados al Joc de Pilota, centrada en la modalidad en la que más disfruta.
Los valencianos somos una potencia mundial. Como tal se nos considera en el resto de las regiones del orbe donde se mantiene este deporte en unas u otras modalidades. Hasta ahora hemos sido referenciales en casi todo. Hasta ahora. Sin embargo asistimos a un creciente nivel de juego en los países europeos.
Bélgica, por ejemplo, trabaja por especialidades oficiales. Ese es un camino que convendría explorar. Los pelotaris de One Wall entrenan y se preparan en esa especialidad. En Valencia seguimos pensando que el mejor de una especialidad lo es en todas. Y eso no es así. El mejor de Escala i Corda no es el mejor en el frontón, salvo que lo demuestre contra los especialistas de esa modalidad. Puede serlo pero no es suficiente con suponerlo. Hay que formar especialistas en One Wall, que trabajen como lo hace Ana Belén; hay que trabajar con los especialistas en Llargues para formar la mejor selección de Llargues, independientemente de la modalidad preferida o practicada por cada jugador. Hay, en definitiva, que trabajar con una programación, un método, unos objetivos y con los medios suficientes. Hay que apostar por la selección valenciana, que es la representación de nuestro deporte más emblemático, dentro y fuera de nuestras fronteras. Y apoyar a la selección es apoyar a los clubes que, además de las propias, apoyen las modalidades internacionales. El método es necesario para cualquier empeño.
