No solo de realities y series viven el hombre y la mujer, aunque nadie lo diría por el modo en que los programadores parece que dejan caer en la parrilla televisiva ciertos productos. Hablamos de dos espacios culturales que acaban de volver a las pantallas. Son de La 2, naturalmente.
El más veterano, Página 2, iniciaba su novena temporada con un especial, el número 300. El magacín sobre el mundo de los libros estrenaba también día y hora de emisión, sábado a las 19.30. Solo un 1,3 por ciento de los que veían televisión en ese momento, unos 120.000 espectadores fieles, lo vieron. Dirigido y presentado por Óscar López, nada tiene que ver con aquellos onanistas espacios como Negro sobre Blanco de Sánchez Dragó. Aquí los protagonistas son los escritores, sus libros y los lectores, de todas las edades.
This is Opera regresaba, de momento, los domingos a las 20.30. Después de enseñarnos la magia de Turandot, Tristán e Isolda o La Traviata, en esta segunda tanda de capítulos Ramon Gener nos emocionará con Madame Butterfly o La flauta mágica.
Cuidados, con un estilo visual propio y conductores con personalidad, son tan entretenidos que siempre se hacen cortos. Sin embargo, son maltratados por los que deciden qué podemos ver en televisión cambiando sus horarios o días de emisión sin pensar en llegar al máximo público posible.
La televisión pública tendría que apostar por este tipo de programas para promocionar la cultura, arriesgar, ofreciéndolos en horarios de mayor consumo televisivo. Si les dieran un poco más de cariño, podrían dejar de pasar desapercibidos para la mayoría. Tampoco hay mucha audiencia que perder en La 2.
No puedo dejar de pensar en ellos como en un desperdicio, una delicia que degustan pocos porque nadie la destaca en el menú.
