Son muchas las batallas que se libran en este comienzo de temporada entre las cadenas en las noches de septiembre y de entre todas destaca una que se ha saldado con un resultado histórico. El prime time del viernes se resolvió con una contundente victoria para Atresmedia, la cadena antes gris que decidió combatir con el blanco musical, los colores chillones de la competencia a base de berridos y polígrafos. El sorprendente resultado con seis puntos de diferencia habrá puesto de los nervios a la cadena amiga que no está acostumbrada a perder y que después de la cancelación de Cámbiame Premium, por primera vez le ha visto las orejas al lobo tras siete temporadas con un Deluxe resistente e imbatible. Tu cara me suena estrenó horario, jurado, plató espectacular y concursantes eficientes despertando sonrisas, y mientras en la salita de Jorge Javier, más de lo mismo, el clan Pantoja y las lágrimas de Lydia Lozano que entretuvieron menos que el programa musical. TCMS recupera el espíritu del espectáculo que hace décadas se vivía en la noche de los viernes con espacios familiares como el Un, dos, tres, a ver como responde otra vez el formato tombolero que previsiblemente contraatacará con un bombazo que ya puede ser potente para evitar una nueva derrota.
El casting en el programa de Fuentes ya está cerrado pero propongo a Gestmusic la incorporación después del 27-S de ese gran descubrimiento mediático que ha sido Miquel Iceta del cual me declaro fan acérrimo. Con él ha llegado la verdadera distensión independentista porque a base de ritmos de convite de boda a altas horas de la madrugada, me ha hecho olvidar por momentos la saturación dialéctica de Mas contra Rajoy y viceversa. Nacho Vidal resulta muy acertado en ese manifiesto que triunfa en YouTube versionando el éxito de Lennon en los 70 en el que se invita a hacer el amor y no la guerra. Pero para esquí de fondo, esta semana me quedo con el de Iceta que lo da todo en su movimiento de cadera para decirnos que en tiempos revueltos, bailar es mejor que pelear
