El estado norteamericano de Carolina del Sur está siendo afectado por importantes inundaciones. Once muertos, unas 26.000 personas sin electricidad y, paradójicamente, hasta 40.000 sin agua potable. Una masa de aire tropical, cálida e inestable, ha dejado precipitaciones de hasta 350 mm. El clima de Carolina del Sur es un clima chino, similar en temperaturas a nuestro clima mediterráneo, pero con una mayor potencia pluviométrica hasta el punto que el verano es también lluvioso. En ese clima chino, dominante en las fachadas orientales de continentes entre los 30 y 40 grados, los anticiclones subtropicales no están tan presentes. Así, los 376 litros anuales de Santa Mónica, California, los 467 litros de Castellón o incluso los 861 de Perth, en Australia occidental resultan escasos frente a los 1.163 que se recogen en Shanghái, los 1.212 en Sydney o los 1.202 en Charleston, Carolina del Sur. Llueve bastante en el clima chino, incluida Carolina del Sur. Hubo inundaciones en 1903, 1908, 1940, 1945 y 1990. Pero la gobernadora del Estado, Nikki Haley, no ha tenido ningún reparo en afirmar que se trata de las mayores inundaciones en ¡¡¡los últimos 1.000 años!!! Sigue una tendencia frecuente de calificar eventos climáticos como los importantes en cierto período de tiempo, tendencia irritante cuando ese período supera el de los registros disponibles y por tanto, se basa en un cálculo teórico. El climatólogo Roy Spencer solo ha necesitado comparar dos fotos del río Congaree, una de la inundación de 1908 y otra actual, para averiguar que la primera alcanzó 9 pies más de altura, unos 2,74 metros. Casi nada. Y eso que el incremento de superficie urbana disminuye la infiltración y aumenta la escorrentía, amplificando el efecto de las precipitaciones.