Pasó el 9 d´octubre y la única senyera vista en Canal 9 fue la de la carta de ajuste. Es un detalle entrañable pero insuficiente en la pantalla donde un rótulo recuerda en valenciano que seguimos en fase de pruebas de mantenimiento técnico. La fecha prometida ha pasado, a nivel audiovisual seguimos siendo una comunidad de segunda y no está nada claro hasta cuándo lo seremos. Lo más curioso del caso es que, entre los que se lo recuerdan a Ximo Puig, hay miembros del Partido Popular disfrazados de bombero pirómano. Cosas veredes... pero aún no en RTVV.
La leña también estaba servida para que saltaran chispas en la primera procesión cívica de Joan Ribó como alcalde y así fue. No pudimos verla en directo por televisión y, un año más, el tema no despertó un gran interés en las teles nacionales. En un zapeo rápido por las grandes cadenas quedaba claro que en Madrid no era festivo y Ana Rosa, Susanna Griso y compañía estaban a lo suyo: desde el crimen de Asunta a Isabel Pantoja, pasando por la CUP. Si la fiesta de los valencianos tiene que convertirse en un suceso para tener sus minutos de gloria catódicos allende la Comunitat, casi mejor que no. Habrá que sumarlo a la causa reivindicativa, junto a la financiación.
Porque la financiación fue de nuevo la clave del discurso del president de la Generalitat en el acto del Palau, que sí vimos en directo por Levante TV. Un acto emotivo, con Raimon y la Asociación de Víctimas del Metro, presidida por Beatriz Garrote, como homenajeados y protagonistas. Para acabar, los himnos y la imagen conjunta de premiados y autoridades. En ella Ximo Puig prefirió no cantar glòries a Espanya. Después de hablar de falsas ofrendas hubiera dado el cante.
