El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, vino a decir en la soleada jornada festiva del 9 d´Octubre algo así como «menos mal que los meteorólogos se han equivocado y hoy luce el sol». Pues bien, como todo el mundo sabe, errar es humano y en predicción meteorológica puede ser hasta cotidiano a ciertos plazos y en determinadas situaciones, lo cual lógicamente es disculpable. No obstante, no poner todos los medios para que este tipo de situaciones se produzca menos a menudo ya resulta menos entendible, y últimamente están ocurriendo ciertas situaciones, con las predicciones y avisos de Aemet, que muchos miembros de la Asociación Valenciana de Aficionados a la Meteorología Avamet no terminamos de entender.

Antes del nacimiento de nuestra asociación, en el centro meteorológico territorial de Aemet, en València, existía un grupo de predicción y vigilancia en el que una de sus principales atribuciones era la de decidir poner los avisos de tiempo adverso en la Comunitat Valenciana. Los modelos meteorológicos eran menos sofisticados que ahora, pero se ganaron la confianza de los usuarios. Puede que no avisaran del advenimiento de fenómenos meteorológicos de umbral de riesgo moderado con dos días de antelación como se hace ahora, pero cuando estos se ponían para las inmediatas horas la probabilidad de que pasara lo que se estaba avisando era muy alta y, lo que es más importante, la gente era consciente de ello. Justo todo lo contrario de lo que se viene observando actualmente. Nadie duda de la profesionalidad y conocimiento de los meteorólogos que a día de hoy lanzan los avisos desde Madrid o Barcelona, pero la predicción y vigilancia meteorológica tiene una componente de experiencia y convivencia in situ con los fenómenos a predecir que impide que esta se pueda desarrollar de forma eficiente a la larga distancia. Más si cabe cuando son los modelos que están abiertos al público y no los restringidos de Aemet, que usan sus predictores, los que están resolviendo mejor últimamente este tipo de situaciones de inestabilidad mediterránea.

Si queremos buscar responsabilidades tendríamos que preguntarle a los dirigentes de Aemet en Madrid por qué centralizaron la predicción y vigilancia meteorológica hace unos años, disminuyendo su plantilla a la mínima expresión, cuando esta es una de las responsabilidades más importantes de Aemet como servicio público. Fruto de los recortes en personal de Aemet, actualmente los excelentes profesionales que hay en el centro meteorológico territorial en València no se dedican a la predicción y vigilancia de fenómenos meteorológicos, y ahí tenemos una de las principales razones para explicarle al señor Puig por qué los meteorólogos nos equivocamos tanto. Dado que la línea que está siguiendo la cúpula de Aemet dista mucho de «desfacer» este entuerto y dado que la meteorología es una de las atribuciones que por Estatut autonómico están atribuidas a la Generalitat, desde Avamet nos gustaría recordarle al Molt Honorable President que en realidad está en sus manos que los meteorólogos se equivoquen menos en nuestro territorio.

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