No hay nada más raro que echar un poco de claridad en un recibo de la luz. Yo nunca lo he intentado y he dejado la tarea para varones mucho más esclarecidos que yo y, sobre todo, mucho más pacientes. Parece que con la nueva ley sobre paneles solares y autoabastecimientos desaconsejados, aún será más complicado desentrañar el recibo de la electricidad y, no digamos ya, la maraña de complicidades, puertas giratorias, enjuagues y favores que atan, maritalmente, a los monopolios de la energía y a los de la política, que tratan de conservar, como cualquiera, a sus clientes, aunque sin llegar, espero, a convertirlos en rehenes.
No entiendo como no se da rienda suelta a la generación de energía por cualquier medio y de todo tipo de alcance. Parece que la libertad de mercado solo es para el viernes, que hay mercadillo. El resto del tiempo se nos recomienda permanecer a la espera de las instrucciones emanadas del mando, lo que no puede ser bueno ni para la inventiva ni para la creación de valor y trabajo y de nuevos sectores industriales, si es que nos hemos planteado ser algo más que distribuidores de pingos chinos y juguetes digitales coreanos. Los coreanos, bien gracias: patentan ellos solos veinte veces más inventos que los españoles y más que toda la América hispana pero eso, al parecer, no importa comparado con la conveniencia de que las buenas familias sigan siendo las mismas y decidan si admiten alguna más en su seno o entre sus senos, si tienen el día golfo.
Por haber sido consejero, psiquiatra y paciente de barra de bar durante muchos años, sé que este país no anda mal de inventiva aunque, como Tesla frente a Edison, no se nos da muy bien perseverar, vender, ser lo que Rajoy llama un emprendedor, como si eso pudiera improvisarse y el ser no perseverara en ser lo que es. El otro es lo que siempre hemos llamado un contable, un socio capitalista: alguien que ponga orden y sentido práctico en la manigua de ideaciones. No sé, podríamos importar holandeses: tal vez ellos, que hicieron la Philips, entiendan el recibo de la luz.