Doce años después, el presidente Ximo Puig pasó ayer en las Corts de delantero a defensa. Puig compareció en su primera sesión de control para responder a las preguntas solo de la oposición, cumpliendo su compromiso de que el PSPV no lo interpelara y evitando así la sonrojante ceremonia de las adulaciones al mandatario del portavoz de su mismo grupo, como sucedía con Camps y Alberto Fabra. Ya conocía el terreno. En 1999, tras la dimisión de Antoni Asunción, fue síndic del PSPV. Como tal participó en las sesiones de control contra Eduardo Zaplana y, en 2002-2003, contra J. L. Olivas. Ayer, en cambio, se defendió de las lanzadas de la oposición. De controlador a controlado. Y salvó la sesión con las mismas armas que usó contra el PP: corrupción y financiación.
Bonig y Punset escenifican la rivalidad. En el hemiciclo se recreó la pugna entre la síndica del PP, Isabel Bonig, y la de Ciudadanos, Carolina Punset, por liderar el centroderecha. Bonig atizó a Puig con la evanescencias de algunas actuaciones («cien días, cien anuncios, cero realidades») e hizo suyas palabras de Indalecio Prieto: «La política no es un fumadero de opio sino un proyecto de realidades». Punset le echó en cara «cómo va a pagar las promesas que ha hecho», ya que la denuncia contra el Gobierno por la infrafinanciación «alimentará su fama de Robin Hood, pero no solucionará los problemas».
PP y C´s, «unidos» por España. Populares y C´s se aliaron para defender una iniciativa, tumbada por el tripartito, para «poner en valor la unidad de España», a cuenta del proceso de Cataluña. Punset arreó al PSOE por el «entreguismo inmoral de la izquierda a los nacionalismos». «Dejen a España en paz. Igual que el arzobispo Cañizares es una fábrica de apóstatas, ustedes lo son de independentistas», les endosó el socialista Manuel Mata.
Ciscar se desahoga con C´s por el Jurídic. En cambio, C´s se quedó solo con su propuesta de eliminar el Consell Jurídic, rechazada por el resto de grupos. El popular José Císcar se desahogó contra Ciudadanos, partido que ha impedido que sea presidente de la Diputación de Alicante. Citando palabras de Albert Rivera, quien defendió un Consell Jurídic en Cataluña, inquirió a Punset, entre el aplauso de su grupo: «Si los catalanes podían tenerlo ¿por qué no los valencianos?»
