Se veía venir. Tras la época del astuto cántabro Carlos Osoro, anterior arzobispo de València y recién ascendido a la mitra de Madrid, nos ha sobrevenido el torbellino del cardenal Antonio Cañizares que ha sentado cátedra desde la tribuna de Forum Europa. Furibundo contra Mariano Rajoy por dar continuidad a la ley del Aborto de Rodríguez Zapatero. Encomiástico con Mariano Rajoy, ha visionado que la economía se recupera con un 25 % de desempleo. En sus múltiples paseos ya no ve tantos pobres pidiendo para comer.

Críptico al afirmar que el problema de nuestro mundo es vivir como si Dios no existiera. Apocalíptico cuando anuncia que un fuego devastador amenaza con la desaparición de España, la quiebra humana y la decadencia. Todo aderezado con descomposición moral y social. Concluye que todo hombre es sólo un hombre y así nos va„sin especificar. Las referencias continuas a Benedicto XVI y a la encíclica del Papa Bergoglio, le llevan a las bondades de la convivencia de ambos pontífices en el Vaticano, donde no se sabe bien si se acompañan o se vigilan. Francisco, el primer Papa jesuita de la historia, antes de ser investido recibió consejo de Antonio Cañizares, natural de Utiel, de que la Iglesia necesitaba la santa simplicidad de un nuevo Francisco, no se sabe si pilotando el sencillo 4L que se muestra en el museo de delle carrozze en las dependencias papales, o utilizando el discreto helipuerto que se descubre en los jardines del Vaticano. Definitivo cuando concluye que la unidad de España es un bien moral, que tiene sus raíces en el III concilio de Toledo donde, según él, allí se gestó Europa.

El cardenal Cañizares se inspiraría en el finisterrae de Xàbia. En el paraje de La Guardia, mirando al cap de la Nau, a un centenar de metros de la casa de Raimon, el cantautor de Xàtiva , ahora distinguido con la más alta condecoración de la Generalitat Valenciana. En agosto el arzobispo pasó sus vacaciones en la ermita de sant Sebastià, en un enclave campestre, resultado del recrecimiento constante de la nave principal, construida sobre los terrenos que donara el patricio Pedro Benimeli, para los servicios religiosos que requirieran los vecinos. Unos días de meditación, solaz y contemplación para disertar sobre lo divino y lo humano. Lejos de la política, de cuya tentación la Iglesia Católica habría de mantenerse distante. Cañizares, después de reflexionar, celebró el 9 d´Octubre ante dos senyeras, en vez de una y el Te Deum, de acción de gracias, con lo que entró de lleno en el debate polémico-político que dice no ejercitar.

El prelado , cuenta que fue quien recomendó al Papa Bergoglio, hoy Francisco, que la Iglesia necesita un pastor que emule la enseñanzas franciscanas del santo de Asís. Lo que no desveló fue la historia del Oracional Valencià que propuesto y elaborado por la Acadèmia Valenciana de la Llengua, ha tenido que superar múltiples vacíos y adversidades hasta que ha visto la luz sin la aprobación de la archidiócesis. ¿Hay algún inconveniente en que los valencianos recen en su lengua? ¿La curia valenciana encuentra sospechosa la oración de los creyentes en la lengua que han heredado de sus antepasados y que aprendieron de sus padres?

Este debate lo ha relanzado el cantante Raimon cuando ha afirmado que si tiene alguna patria es su lengua. Antonio Cañizares al llegar a Valencia, manifestó su deseo de aprender la lengua valenciana. Ni una palabra en valenciano para disertar y la indiferencia ante los ofrecimientos de algún miembro de la Acadèmia Valenciana de la Llengua. Si en la fiesta del 9 d´Octubre se debe «dar gracias a Dios» en lugar de ir «contra la acción de Dios», resulta difícil entender la inhibición ante uno de los «milagros» de la humanidad, que se plasma en la forma particular de entenderse por medio de la palabra como permanente vehículo de cultura y progreso.

Sobraba la referencia a los refugiados sirios que llegan a Europa, muy pocos de ellos perseguidos, a juicio del cardenal. Su avance a la grupa de un imaginario caballo de Troya no es testimonio de la verdad, sino abierta contradicción con la doctrina de la Iglesia que difunde el Papa Francisco. Tehilard de Chardin no se explicaba la «descristianización ascendente y que no se puede reprimir». La «oscura razón» de Tehilard se manifiesta a través de las contundentes afirmaciones del cardenal Cañizares. Testimonio de involución.