En el litoral mediterráneo este otoño 2015 ha comenzado como verdadero otoño. Con sus contrastes de tiempo de un día a otro, con jornadas de temperaturas incluso calurosas que se salpican con otras frescas. Y con lluvia. Afortunadamente está lloviendo y lo está haciendo bien. La secuencia de lluvias en esta parte de nuestro territorio peninsular y en el archipiélago balear comenzó a principios de septiembre y, desde entonces, cada semana recibimos lluvia y en cantidades muy provechosas. Entre 20 y 40 litros por término medio. Por supuesto, en las comarcas del sur de Valencia y norte de Alicante, mucho más. Es un otoño típico, algo más templado, eso sí, de lo normal y húmedo. Se suceden las depresiones frías en altitud que desde el Atlántico norte, descienden hasta el golfo de Cádiz y dejan bajo su influencia inestable a la fachada mediterránea española. El viento de levante está un poco remiso, pero como el mar está aún tan caliente en gran parte de nuestra costa mediterránea, es suficiente para que se formen nubes muy cargadas de agua y se desarrollen, incluso, fenómenos tormentosos. Las lluvias están cayendo normalmente con intensidad, pero ya no son lluvias desorbitadas y torrenciales como las de los años ochenta del pasado siglo. Este es un dato a llevar en cuenta por el posible cambio de patrón que pueda estar experimentándose en las lluvias de nuestro sector mediterráneo; esto es, llueve más en otoño y menos en primavera. Y en otoño lo hace con episodios de intensidad moderada aunque más frecuentes. Este año, además, el fenómeno de El Niño está incidiendo en la mayor actividad de la circulación atmosférica.