Con el dinero que cuesta construir dos kilómetros de línea de alta velocidad ferroviaria, unos 40 millones de euros, se podría reparar toda la plataforma del tren entre Zaragoza y Valencia. Así lo aseguró ayer el presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia, Aurelio Martínez, primer conferenciante en la reapertura del Club Mercantil Diario Levante, quien subrayó ante un nutrido y cualificado foro que el puerto de la capital necesita el corredor mediterráneo, el corredor atlántico por Aragón y mucho cariño de los ciudadanos. Se queja el catedrático de que el recinto que él preside ahora es casi como la Ford para la economía valenciana, pero no perciben junto a la dársena el calor que se le presta a la firma del óvalo.
En contra de lo que vienen haciendo sus correligionarios, Martínez sí alabó el trabajo de sus predecesores pero instó a no dormirse en los laureles para que el puerto y la actividad económica que genera no pierdan el tren de las oportunidades. Las infraestructuras son presentadas como esenciales por el nuevo equipo gestor, tanto los corredores de mercancías señalados como un nuevo acceso por el norte, a poder ser en túnel, que se constituya en alternativa al único, por el sur, que soporta cuatro mil camiones diarios. Y además está la ZAL, dedicada al cultivo de herbáceos al menos otro año por defectos legales mientras la de Barcelona da trabajo a más de cinco mil empleados. Mucho tiempo perdido, se lamentó el presidente del puerto. Décadas, cabe añadir. Las de las vacas gordas del PP, que se emplearon en sacar pecho en vez de modernizar la C. Valenciana con las infraestructuras y redes necesarias; y también las de las vacas jóvenes, aquellas con las que los socialistas de Felipe González decantaban el futuro hacia Sevilla y Barcelona porque los valencianos no se quejaban y tampoco mandaban en Madrid. El mejor puerto solo tiene tren con Madrid porque el AVE dejó libres las vías convencionales. Lo demás es para llorar.
