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Julio Monreal

El último tren de Velluters

El programa cultural Ruta de la Seda 2016-2020 es la oportunidad de devolver al barrio que albergó 5.000 talleres sederos una parte de lo mucho que hizo por la capital

Instituciones y entidades valencianas ultiman un programa cultural para desarrollar entre 2016 y 2020 bajo la denominación común de la Ruta de la Seda y el objetivo de promocionar Valencia como capital internacional de este delicado tejido. Las Corts, el Centro Unesco, la Universitat de València y otras organizaciones diseñan actuaciones que subrayen la importancia que tuvo la ciudad del Turia como extremo occidental de la citada ruta, que tiene al otro lado a la poderosa China, país interesado ahora en fortalecer sus lazos comerciales con las naciones que la componen.

La seda llegó a Europa por el Mediterráneo y arraigó en Valencia, donde se empezó a cultivar la morera en la huerta para dar de comer a los voraces gusanos y transformar su preciada secreción. Hasta cinco mil talleres se concentraron en la capital, dando nombre a uno de sus céntricos barrios, el de Velluters (vellut es terciopelo en valenciano) y generando una riqueza que alimentó la construcción de la Lonja (de la Seda) y que perdura en la preciosa tela de los trajes de las falleras.

Cinco siglos después de aquel esplendor, Velluters es el espacio más olvidado y degradado de la capital. Su condición de barrio «chino», que mantiene pese a la ordenanza que persigue a los clientes de las prostitutas, congeló las vidas y los negocios de sus residentes y espantó las inversiones. En sus calles florecen los solares abandonados a la maleza y los escombros y se echan de menos actuaciones que devuelvan no ya el esplendor perdido sino una simple y esperada calidad de vida a sus moradores. Las oportunidades son para aprovecharlas, y si se deja pasar la de la Ruta de la Seda para hacer que quede en Valencia algo más que una colección de pasquines turísticos se habrá perdido la ocasión de revitalizar un barrio que puso a la ciudad en el mapa del mundo, que fue una de las columnas de su siglo de oro económico, social y cultural y que puede recuperar la dignidad.

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