No hace falta saber quien es El Genovés para sacar muchos votos. La política viral se hace desde Madrid, donde se controlan todas las redes, actuales espejismos de ideologías. En la aldea solo queda administrar servicios públicos deficitarios. La gestión local, o sea la del Consell, debe ser eficaz. Para los debates de altura están Rajoy, Sánchez, Rivera e Iglesias. Ese cuarteto decidirá después de Navidad como queda la mayoría de gobierno en esta orilla del Veles e Vents. Mientras tanto, Ximo Puig tiene que pagar las nóminas de funcionarios, sanitarios y enseñantes para que la autonomía se mantenga. Incluso trazar un relato, un sentiment, que sea bueno y barato, sobre todo barato. La puesta en el mapa del mundo mundial de Zaplana, Olivas y Camps llevó a la ruina, así que el Palau recorre los primeros metros de ruta, que necesitan de doble esfuerzo a falta de apóstoles convencidos. La ofensiva de Puig, más allá de la obligada reivindicación por una financiación justa que continuará, se centra sobre tres asuntos: la enseñanza pública, las infraestructuras y la recuperación industrial.
El presidente está encantado con el conseller Marzà. La sintonía castellonense ha tejido leales complicidades. El complicado departamento de Campanar cuenta además con Miquel Soler, gran conocedor del sistema educativo que se entiende a la perfección con Marzà. La apuesta de 0 a 2 años es solo el inicio de una extensa recuperación de la enseñanza pública para el curso 16/17. El corredor mediterráneo y la recuperación de la T2 en Valencia son los ejes de la consellera María José Salvador, al que se une el profesor Josep Vicent Boira, otro descubrimiento positivo en la órbita de Palau. Donde existen más incógnitas es el terreno industrial. Puig mantiene un dialogo constante con los principales empresarios, que se siente mejor tratados que antes, pero la dificultad financiera y ciertas disensiones en Economía han retrasado los planes hasta después de Navidad.
Hay preocupación porque los resultados del 20-D deparen una mayoría absoluta entre el PP y Ciudadanos que compliquen este escenario diseñado para la tierra de Paco Cabanes. La espera será mejor con la música de Raimon.
