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¿Quién se acuerda de...?

A menudo me pregunto quién se acordará de Beatriu Civera, la periodista y escritora. Le pedí a una amiga que escribiera su biografía con los datos que pudiera darle su sobrino y heredero Frederic Martí, que anda por La Marina en casa del sobrino de Toni Beneyto Maestre. Pero también me pregunto quién se acuerda del violinista de Santa Catalina, un tal Melià, hijo de Riola, descarriado, cuyo sobrino es multimillonario, paradojas de destinos tornadizos. Puede salir en un cuento, como sale en alguno mi tío Gregori, químico, desencantado de los robos de sus patentes.

Eso no es nada, dirán, porque ¿quién se acuerdan de Enrique Beltrán?, el guionista de El extraño viaje, El momento de la verdad, Bruja más que bruja, Juncal o El pícaro. Nadie ha escrito su biografía aún y murió en un ascensor, casi de hambre, un invierno en Madrid (ésta podría ser otra novela mía). Quedan todavía testimonios valiosos.

Como no han escrito una gran biografía de Julio Caro Baroja, a quien entrevisté para La Marina (pagaba el alcalde de Benidorm) y el director de la susodicha me cercenó la entrevista y la editó pésimamente. «No tiene nada que ver con el País Valencià», me dijo. Por suerte, la conservo completa, como guardo las dos horas y pico de Felipe González que publicaron en El Diario de Valencia como tráiler en vísperas de las elecciones que ganó con 10 millones de votos. Así les fue y así les va. Se ofrecían a hacer propaganda, a buenas horas mangas verdes.

Como nadie ha escrito ni se plantea una antología o una edición de las obras completas de Carmelina Sánchez-Cutillas, la más grande escritora valenciana del siglo XX. ¿La leen siquiera? Me temo que no. La obra de su abuelo Martínez y Martínez ha salido bellamente editada. Era un folklorista. En el programa De dalt a baix, de Amadeu Fabregat „a quien propuso Sanchis Guarner el contubernio, felizmente perpetrado„ y cuyas entrevistas conservo, grabadas, incluida la primera a Montserrat Caballé (nunca comienzo mal nada), leíamos una parte cada día. Claro que elegí La sardana-flamenca como sintonía, eso en la casa de los fachas, qué osado fui.

Quién recuerda a José Pastor de Montoliu, sobre quien presenté una proyecto de exposición al señor Felipe María Garín (desde la guerra, bueno desde el golpe de su padre contra González Martí, él y su papá lo dominan todo, museos, muestras y dinero). Dijo no como corresponde a quien dedica en el Centre del Carme „que él nunca pidió restaurar„ exposiciones a todo quisque que sea amigo de las secretarias/os autonómicas/os de Cultura. Cuánta mandanga€

Peor lo tiene Ricard Blasco. Le pasa por regalar todos sus fondos de los pioneros valencianos del cine, documentales, a la entonces Filmoteca de la Generalitat Valenciana, cuyo director hubiera tenido que ser él. Como el nombre debiera ser y solamente puede ser Institut Valencià de Cinematografía Luis García Berlanga, caiga quien caiga. Cuántos absurdos y crímenes se cometen€

Y hay tela que cortar. ¿Le han hecho un homenaje a Gloria Llorca Blasco-Ibáñez por sus depósitos y donaciones a la casa-museo de ídem o a la Diputació de València? No, esta republicana con 90 años (hija de Libertad) no ha recibido tal y a mí me duele, porque he escrito cuatro libros gracias a su documentación, imaginen. Nada, somos unos desmemoriados. ¿Lo podremos reparar a poco? Lo dudo.

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