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España catalana

Solo desde la mala fe o el sectarismo más obtuso se puede defender que para Cataluña es indiferente quién mande en Madrid. No me refiero a los servicios, el cobro de impuestos, la obra pública o el tráfico rodado, que cualquier gobierno procurará, por la cuenta que la trae, que funcionen, sino a la actitud, al espíritu. Desde los tiempos de Felipe González, la llegada de alguna izquierda, por descolorida que sea, a La Moncloa implica una mayor visibilidad de los catalanes y Cataluña en cualquier nivel (también en el número de ministros y altos cargos), y cambios visibles en la balanza de poder hispana a favor del Mediterráneo. La única que entra en ambas combinaciones, la vieja y la nueva, es Andalucía.

Ahora parece mentira, pero hubo un tiempo en que Albert Boadella, el de antes, salía en la TVE arreando estopa a esto y lo otro y que el presidente del Gobierno era del Barça, un contradiós, pero creo que para Cataluña sigue siendo mejor hacerse con la gobernación de España (y ser menos envarada y más proactiva). No es fácil, pero tampoco se puede construir un Estado como se construye un catamarán: no hay manual de instrucciones. En lugar de eso, los soberanistas catalanes se han refugiado en una empalagosa virtud envuelta en el arrope del alto concepto de ellos mismos, lo que forma una peladilla como el puño, dura de roer y más indigesta que una arroba de mazapán. No insistiré.

Por iniciativa económica, desarrollos tecnológicos, población, conocimiento de idiomas y educación superior, Cataluña está en condiciones de desembarcar en Madrid. ¿Cataluña española? No, España catalana. No es fácil, pero tendrá aliados y es mejor que la confrontación llena de palabras mayúsculas de las que estoy muy harto (y no soy el único). Decía el otro día el representante de una patronal catalana que no reaccionaron hasta ver que el procès «iba en serio». No, querido: la prudencia obedecía al cuidado de la finca. Y a la referencia dominante, que en Cataluña es catalana y en el resto de España, también en Euskadi, española.

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