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Julio Monreal

Ocho apellidos valencianos

La moción para que la policía local de Valencia deje de identificar a inmigrantes ha sacudido al tripartito y ha abierto una brecha interna en las filas socialistas.

Calabuig, Ribó, Fuset, Vilar, Sarrià, Peris, Oliver, Guirau... y tuvo que pagarla Gómez. Esta última, concejala de Policía y Bomberos en el Ayuntamiento de Valencia, de nombre Sandra, se desayunó un día de esta semana con que sus compañeros de partido y tripartito, los del PSPV-PSOE más los de Compromís y València en Comù, habían pactado una moción que presentarían al pleno sobre la actitud que debía mantener la guardia urbana ante los inmigrantes y sus papeles.

El portavoz de VeC, Jordi Peris, había impulsado una propuesta para instar el cierre del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) pero como la competencia sobre el recinto es estatal la orientó hacia la actuación de la policía local, que no actuaría a partir de ahora identificando a inmigrantes por su aspecto y pidiéndoles los papeles. Si los guardias no apresan a nadie por no tener papeles, el CIE permanecerá vacío y desaparecerá, debió pensar Peris al barruntar su iniciativa.

El tercio de Compromís se sumó a la moción de forma entusiasta, después de años de trabajo de denuncia contra las condiciones de ese centro de internamiento que es una cárcel sin deber serlo. Pero el papel estalló como una bomba de racimo en las banquetas socialistas. La concejala de Policía no tenía ni idea de la propuesta, a la que se había sumado ya su portavoz; y otros concejales de peso como Ramón Vilar y Vicent Sarrià llegaron a amenazar con no apoyar la moción en el pleno. Muchos socialistas, aunque modernos e innovadores, se sienten gente de orden, y eso de que la policía no haga su trabajo, o peor aún, dejar entrever que antes de que llegaran ellos la guardia urbana identificaba por la pinta, era demasiado. Y especialmente con la sensibilidad ciudadana a flor de piel tras los atentados de París.

Al final, en el pleno de ayer, la propuesta prosperó con un ligero maquillaje y el voto de todo el tripartito, pero la discrepancia en el PSPV ha aflorado y no tardará en reaparecer con más crudeza.

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