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Hambre de sentido

Dijeron que se nos venía encima casi una glaciación y había catorce grados en la muela de Cortes y medio grado más en Bicorp, donde el último domingo la gente tomaba cerveza y olivas al sol del mediodía. Las teles de ámbito nacional dan un pronóstico del tiempo tributario de una visión más atlántica que atlantista. La visión atlántica es la madrileña, que se suele atribuir la españolidad toda, claro, y que anda siempre pendiente del arrocito y el sol al calor del Mediterráneo. Si el conjunto les parece un contrasentido, no me pidan cuentas a mi.

Los únicos que cumplen, por ahora, son los americanos, donde hace un frío de mil pares. Mis amigos Carles y Amparo (y su hija Paula) se han ido a EE UU a celebrar las bodas de plata del enlace Matoses-Fos (más suecano, imposible) pues cuando te casas, va toda la familia detrás. Se les ve en el selfi con gorra de lana y anorak, de modo que Carles parece Eminem, el caso es ir calentito. Por cierto, la costumbre de cruzar la calle consultando el móvil se ha transferido desde la feliz inopia de la infancia al irresponsable deambular de los ancianos dependientes del smartphone: a veces, me sorprendo haciendo otro tanto. El móvil nos hace inmediata la lejanía, pero seguimos sin saber si lo de Artur Mas, que está cerquísima, fue mutación o pedrada.

Pasa lo mismo con los yihaidistas que ya han triunfado si provocan el cierre y militarización de la capital europea, Bruselas, y la gente deserta de las calles y los centros comerciales (donde no parecía muy viva, la gente, pero, al menos, lo simulaba). Es curioso, los países llamados libres están cada vez más cercados por restricciones, controles y vigilancias totalitarias (por nuestro bien, claro), mientras que el Estado Islámico, con un gran fijación doctrinal, es una puta y feroz anarquía con brazos de hidra y a eso Bernard-Henry-Lévy le llama islamofascismo, qué dramático. Nuestros estados se lanzaron a aventuras imperiales en Libia, Siria o Irak, pero los muertos los ponemos nosotros, y los moros, más. ¿Hay alguien que le vea algún sentido a todo esto?

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