Con las alas de la creatividad de par en par es posible elevarse a otros mundos más misteriosos y estimulantes que éste. Linda vuela a Río, título peliculesco donde los haya, concentra en un reducido espacio la mayor y más insólita carga de delicias olfativas que se pueda imaginar. Su escaparate, asomado a una esquina de la Gran Vía Marqués del Turia, estrena instalación montada por la experta Cristina Flores que, partiendo de un disco de la memorable Laurie Anderson, ha construido una alusión navideña conceptual, ausente de los tópicos al uso.
Joaquín Egea y Antonio Madrigal, que hacen «volar a linda» desde quince años acá, festejaron el estreno en torno a un protagonista de lujo: Joaquín Berao, el gran autor de joyas únicas y uno de los nuestros más sólidos diseñadores internacionales. Sólo él podía idear una pieza tan sorprendente, realizada y firmada en exclusiva para la singular tienda: una estilizada nariz, el preciado órgano que nos transmite el goce de los perfumes, principal contenido de Linda vuela a Río. La joya es un colgante de plata maciza, en dos tamaños, y con el diseño personalísimo de Berao, que mostró su afabilidad con los numerosos invitados.
De perfumes se trataba también, naturalmente. Toda una orgía de aromas en las nuevas marcas agregadas por Joaquín y Antonio a su escogida oferta. Veamos. Con el nombre de la mítica interiorista Andrée Putman, fallecida en 2013, su hija Olivia es la promotora de una serie de fragancias que incluyen la primera que creó su madre en 2001, en elegantísimos frascos. Les euax primordiales, obra del joven perfumista Arnau, es una colección superselecta, elaborada con ingredientes poco comunes, que solamente cuenta con media docena de puntos de venta en todo el mundo. Un personaje enigmático, Carlos Kusubayashi, es el responsable de A lab on fire, marca de culto de carácter innovador, moderno e incitante. Por último, la incorporación más jocosa y picaruela es la llamada Les cocottes de Paris que, como su título hace suponer, encabeza perfumes opulentos y seductores con nombres tan reveladores como La bella Otero, Mille.Cleo o La Castiglione, evocando a aquellas lujosas cortesanas de fines del siglo XIX. Su autora es Anaïs Binguine.
Otra novedad se añade a las muchas que se presentaron: los preciosos platos de cerámica Abe the Ape, creados por Abraham Menéndez, que ha plasmado en ellos su pasión por el cine, decorándolos magistralmente con escenas de películas famosas o con peculiares imágenes de estrellas como Lauren Bacall, Audrey Hepburn o Alfred Hitchcock. Como aderezo a todo, nada mejor que un maridaje franco-español: el champagne Perrier-Jouët (el que suele servirse siempre en los eventos de Chanel) y los riquísimos chocolates de Torreblanca. Fiesta completa.
