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Martí

El diciembre gris de Puig

Diciembre se le hará muy largo a Ximo Puig. El presidente de la Generalitat afronta unas elecciones generales complicadas. Infrecuente hasta ahora en un inquilino del Palau. Perfil bajo, pocas fotos con Pedro Sánchez, supuestamente su candidato, y todos los dedos señalando a Madrid. Una campaña más personalista que partidista. Nada de nueva política, esa que necesita empatía colectiva con mensajes sencillos. Además ha repetido el error de mayo, avalando otra cabecera de lista más técnica que política, con el agravante que Ana Botella está más amortizada. Baldoví, que tampoco es una estrella emergente, se la merendará en el primer debate. Aunque la campaña de Compromís recae en Mònica Oltra, la vicepresidenta, y a ella en cambio se le va a hacer corto diciembre. Entre mitin, idas y venidas a Madrid, televisiones varias y conspiraciones para quedarse con una parte del Bloc „Marzà y Ferri„ para reorganizar la filial valenciana de Podemos, va a estar poco en su cometido. Por cierto, el presidente podía recordarle que también es consellera de Bienestar Social, como respuesta al lío que le ha montado a Aurelio Martínez por sus amistades peligrosas, ahora con su antecesor en el Puerto Rafael Aznar (¡ay, las cosas de Aurelio!), pero como Puig tiene dicho a los suyos que nadie la enfade, la situación del Consell y del PSPV es insostenible. Pase lo que pase el 20D, Ferraz intervendrá en Blanqueries, entre otras cosas porque el PSPV quedará cuarto en Valencia, pasando de un partido residual a marginal. Un mérito de Puig compartido con Joan Calabuig, al que tendrá que recolar fuera del ayuntamiento.

Con Oltra como único referente gubernamental, la oposición está muy activa. Ciudadanos va por delante del PP, más de lo previsto, por eso Bonig ha resucitado el famoso «agua para todos», pero Albert Rivera demostró el sábado una gran capacidad de movilización y volverá más que Rajoy, que tuvo que esconder a Montoro hasta de los empresarios afines. Los populares valencianos están bloqueados, no están acostumbrados a ir por detrás y todavía quedan muchas tensiones internas sin resolver. Las Navidades serán entrañables, como siempre.

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