En este mundo de clichés exprimidos hasta la saciedad por las grandes cadenas, tanto americanas como patrias, para las nuevas series uno que se repite cada temporada es el del pez fuera del agua: ese personaje que llega a una sociedad que le es desconocida, normalmente con hilarante resultado. De eso va Recién llegados, la nueva serie que Fox Life estrena mañana a las 22 horas.
Fresh off the boat, que es su título original, cuenta esta historia tan manida desde la óptica de Eddie Huang, un niño taiwanés, una segunda generación, que se traslada con su familia desde Washington DC hasta Florida persiguiendo el sueño americano, en este caso, un restaurante de carne. La historia se ambienta en 1995 y ahí radica parte del éxito de Recién Llegados. Es una época de «walkmans», radiocasettes y rap, tiempos en los que no había internet y en los que todo era más difícil o más romántico, dependiendo de cuándo haya nacido el espectador.
Pero no sólo de nostalgia vive la serie. Lo hace también de un reparto con caras prácticamente desconocidas „el más famoso es el padre, un Randall Park a quien ya hemos visto en Veep, de la HBO„ pero que se encuentra en estado de gracia. Particularmente memorable, si ese adjetivo se puede aplicar a una comedia, está Constance Wu, que interpreta a la madre y que está absolutamente enorme.
La serie, además, parte de un relato autobiográfico del verdadero Eddie Huang, que se ha convertido en toda una celebridad en Estados Unidos con una novela titulada igual que la serie. Él mismo la produce.
Eso sí, para cumplir con la tradición, no se puede decir que Recién llegados haya llegado nada más salir „así, con juegos de palabras„. En concreto, la serie se estrenó en febrero de este año y fue renovada para una segunda temporada en mayo, días después del último capítulo estrenado a finales de abril. Recién llegados sí, pero sin prisa.
