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Alfons Garcia

El compromiso del teatro

Josep Lluís Sirera y su hermano estaban tan compenetrados que durante unas horas, ayer, se dio la broma macabra de que Rodolf también fue dado por muerto en la Wikipedia. Ambos compartieron la pasión juvenil por el teatro y cuando Franco y la dictadura eran algo más que una estatua ecuestre y símbolos de yugos y flechas empezaron ya a montar y publicar textos dramáticos. Frente a la tradición anquilosante del sainete, los hermanos Sirera „junto a Manuel Molins fundamentalmente„ jugaron un papel esencial en la modernización del teatro en valenciano desde su primer texto: Homenatge a Florentí Montfort (1974). Luego la vida condujo a Josep Lluís a terrenos más académicos, en los que pudo transmitir a generaciones más jóvenes su pasión por el teatro del Siglo de Oro y la literatura medieval (hoy Oriana está seguro más sola). Aunque Rodolf se centraba en la creación después de parir uno de los textos nucleares en el nuevo teatro español (El verí del teatre/El veneno del teatro), nunca estuvieron lejos y continuaron firmando obras conjuntas periódicamente.

El compromiso con el teatro (y con su tiempo) llevó a Josep Lluís en 2010 (era entonces vicerrector de Cultura) a dar cobijo en La Nau a los sectores más críticos con la política teatral de la Generalitat, cuando arreciaban las protestas contra los recortes y el desmoronamiento del Circuit Teatral. El símbolo de aquella etapa fue la producción Zero responsables, en cuya escritura había participado previamente. El montaje, sobre el accidente del metro de 2006 y que sometía a una parodia crítica al entonces presidente Camps, no gustó en Presidencia, que presionó para que no llegara a representarse. Josep Lluís Sirera optó por resistir (no sabemos si con todo el apoyo del rectorado) y la obra se hizo realidad aquel verano. Unos meses más tarde, tras abrir también La Nau a la exposición Fragments d'un any el año después de la censura del MuVIM, dimitía para pasar a implicarse directamente en política (en el PSPV de Valencia). Si alguien está pensando en homenajes, el mejor para él, siempre discreto, seguro que sería ir a ver el día 16 en su Nau El dia que Bertolt Brecht va morir a Finlándia, uno de sus textos firmado con Rodolf.

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