Los vestidos no son nunca una simple cuestión de estética; acumulan demasiados sentimientos íntimos». Así lo escribió Elizabeth Bowen en 1950. Y esas palabras encabezan un sugestivo librito que encontré hace algunos años en la librería Fiaccadori, en Palma. El pequeño volumen, traducido al italiano, se titula Seconda pelle y es una serie de relatos recopilados por Kirsty Dunseath, procedentes de 33 escritoras de distintos países, entre ellas varias figuras preeminentes de la literatura actual. Todos los trabajos versan sobre «lo que nos ponemos» y la estrecha relación vital que nos une a trajes y accesorios, «impregnados de palabras o historia», según apunta Margaret Atwood, una de las seleccionadas. Otra de ellas „y también de las grandes„, Joyce Carol Oates, firma unas páginas deliciosas, narrando los desvelos de una niña de once años (probablemente ella misma) para conseguir, a fuerza de ahorrillos esforzados, comprar un elegante chal como regalo de cumpleaños a su madre.
La mayoría de elementos que vestimos o calzamos encierran connotaciones de todo género: amor, inquietudes, esperanza, dudas, ilusión. Por eso, merecen una segunda oportunidad; mejor, una segunda vida. Y eso es lo que ha propuesto Mª Ángeles Miguel, una de las mujeres que conozco con mayor y mejor experiencia en la moda, siempre „desde jovencísima„ en el sector de alta gama.
Ayer abrió sus puertas El Vestidor (amable coincidencia con la leidísima sección dominical de la compañera Susana Golf) en el número 14 de la Gran Vía de Germanías; es decir, en el Ensanche, pero frente a Ruzafa, como lazo de unión entre dos zonas de dinamismo ciudadano. Así lo valora Mª Ángeles. Ella y su socia, Yolanda Serrano, han montado un hermoso local pavimentado de mármol blanco, con amplio escaparate y escogido mobiliario que contrasta con vitrinas y consolas isabelinas con una inmensa mesa de roble, pinturas modernas, pantallas de Tiffany´s y alfombras clásicas; un lujo equilibrado,, estuche perfecto para todo lo que aspira a nueva vida, tanto ropa actual como prendas vintage. Repaso percheros y estantes y me sorprendo: Balenciaga, Lanvin, Loewe, Etro, DsQuared, Hermès, Diane von Fürstenberg, Louis Vuitton, Bulgari, Alexander McQueen... Todas las grandes marcas están representadas: vestidos, bolsos, zapatos, ropa masculina, alta bisutería,... Fueron las propias clientas, en sus anteriores actividades, las que sugirieron a Mª Ángeles la idea para dar otra posibilidad a esas prendas y objetos „cuidadosamente conservados„ que son por sí solos testigos de la moda más imperecedera, apta para iniciar otro recorrido, una segunda y pletórica vida. «Aquí hay una rotación, se viene a vender y a comprar. Este es un negocio creciente, cargado de ilusión», aseguran Yolanda y Mª Ángeles, que también ponen en marcha la venta on line. Es su imagen la modelo internacional Minerva Portillo, fotografiada por Álvaro Gracia. Y en un futuro dedicarán espacio a los mejores libros en torno a la moda. El Vestidor puede ser „ya lo es„ la caja de las sorpresas. Nuestra nueva cita.
