Los Pequeños gigantes de Telecinco no hicieron mella en el duelo Rajoy-Sánchez, menos incluso que la ficción de Cuatro. La oferta apolítica no pudo con el debate electoral PP-PSOE del que Mediaset se había desmarcado en una clara estrategia de contraprogramación buscando públicos aburridos de los candidatos.
El reparto de los diez millones de espectadores de media que vieron el cara a cara entre las doce cadenas que lo emitieron, confirma el desmoronamiento informativo de la televisión pública que, una vez más, se tuvo que conformar con un tercer puesto, por detrás de Antena 3 y La Sexta, la ganadora. El especial Al Rojo Vivo de Antonio García Ferreras también fue el más seguido en la previa y arrasó en el análisis posterior con Albert Rivera y Pablo Iglesias de comentaristas.
Con su renuncia, Mediaset certifica su tibia clasificación en la liga del infotainment político que lidera con ventaja La Sexta. Solo las tertulias de Ana Rosa Quintana y Las Mañanas de Cuatro de Javier Ruiz siguen en la tabla tras el cierre definitivo de Un Tiempo Nuevo el pasado sábado. El programa que se estrenó en Telecinco en octubre de 2014 para competir con La Sexta Noche, acabó en Cuatro ante sus semanales derrotas. En su última emisión se despidió precisamente con Pablo Iglesias, que tanto debe a su paso como tertuliano en el espacio presentado por Iñaki López.
Si las aportaciones de Mediaset a esta campaña han sido las peculiares entrevistas de María Teresa Campos en ¡Qué Tiempo Tan Feliz! y las apariciones de Sánchez, Rivera y Sáenz de Santamaría en Planeta Calleja, en el haber de TVE tenemos las ni siquiera entrevistas de Bertín Osborne en En tu casa o en la mía. Otro formato de puro entretenimiento. Un suspenso para la tele de todos/as.
