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Va de bo

Las ruinas de Sagunt

Con tristeza no exenta de melancolía nos ha llegado la noticia de la declaración de estado de ruina del Trinquet de Sagunt por parte de la municipalidad. Abandonado a su suerte, este recinto, cerrado más de dos años, muestra evidentes deterioros en su cubierta y en sus dependencias interiores. Con interés de rehabilitarlo el Ayuntamiento de Sagunt ha tenido que declararlo en estado de ruina. La misma ruina con la que este deporte ha vivido en la que se considera capital de la comarca del Camp de Morvedre desde hace muchos años.

Sagunt inauguró su nuevo trinquet el 15 de mayo de 1987 siendo alcalde Francisco Crispín y delegado del gobierno Eugenio Burriel. Manuel Ortiz era el director general de deportes y Víctor Iñurria presidente de la Federación. Josep Maria Catalunya, entonces alcalde de Gilet, el alma de la pilota en Sagunt y en todo lo relacionado con este deporte y Bancaixa. Fue el principal impulsor del trinquet. Allí se disputaron las más épicas finales del Individual, partidas inolvidables que llenaban a rebosar las gradas del recinto, las más amplias de todas las construidas hasta aquella fecha. Fredi, Xatet y Vicentico se enfrentaron a Paquito, José Maria y Viñes en la partida inaugural con victoria de los primeros por 60 a 50.

Fausto Llopis i Caruana publicó la historia de los viejos trinquetes de Sagunt en un atractivo folleto. Se recordaba la existencia del inaugurado en 1913 por Joan de Sant Francesc, natural de La Vall d´ Uixó. Llegó a ser gerente del mismo el Rovell de Dénia, padre de Rovellet y se mantuvo en estado decadente hasta convertirse en una granja pues su explotación comercial era inviable. Sagunt dispuso de otro trinquet anterior al citado, de desconocida fecha de origen, en el Camí Reial, recogido por testimonio de cronistas locales como Antoni Chabret en 1901 y en el que se jugaba a pelota desde muchos siglos antes.

La construcción del nuevo trinquet público reavivó la ilusión, que no la afición. Fuera del Individual la actividad nunca fue rentable y el trinquete pasó por varias gerencias y vicisitudes, con diversos intentos de rehabilitación deportiva que nunca acabaron de cuajar. Las finales del Individual se trasladaron a otros recintos y Sagunt quedó en el más completo de los olvidos. Los cercanos pueblos de Les Valls siguieron jugando en sus calles o canchas, pero en la ciudad de Sagunt nadie articuló un trabajo sólido de promoción.

Lastimosamente, el escenario de las más bellas finales que se recuerdan el Individual: la del perdona´m Paco, la del triunfo de Grau; la de la «Partida del Segle» disputada entre Genovés y Àlvaro y otras partidas para el recuerdo, languidece en estado de ruina a la espera de que la afición de base pueda resucitar su actividad.

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