Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un paseo por el bosque

Qué malo es perder y quedarte en esa posición en la que, te muevas para donde te muevas o si te quedas quieto, haces rey al antagonista o inflas al competidor de nuevo cuño

Lo de Mas empieza a ser, efectivamente, digno de estudio. Con el camino al que se encomendó para aferrarse a lo que continúa aferrado tiró por la borda a CiU y Duran i Lleida ha quedado fuera de combate. Luego emboscó a Convergència y con posterioridad se tapó a sí mismo al convertirse en el número uno a la Generalitat yendo de cuatro. Ahora ha conseguido dejar tocada a la CUP, hecho unos zorros al procés y no se ha cargado Can Barça porque con el messinato no hay quien pueda. Incluso Florentino debe estar deseando que ponga sus ojos en Concha Espina por ver si también coge por banda la empresa para darle un revolcón, que falta le hace, pero eso es demasiado hasta para Artur.

Por su parte España, lo que se dice España, no quiere ser menos que su hija díscola y se encuentra televisando el carrerón hacia unos pactos que nadie sabe muy bien quién desea. Pedro Sánchez, el hombre, sigue sin vivir en él. En esto, mucho cambio tampoco se ha producido. Qué malo es perder y quedarte en esa posición en la que, te muevas para donde te muevas o si te quedas quieto, haces rey al antagonista o inflas al competidor de nuevo cuño. Un lujazo gracias al cual Susana anda tentándose la ropa antes de decidir si da el golpe y, entre tanto, el centenarísimo partido apuesta por alcanzar a la Cup en ver quién logra más votaciones internas en menos tiempo. Es posible que, en un futuro nada lejano, alguno siga en ello sin percatarse siquiera de que ha pasado ya a mejor vida.

Mientras el resto se desangra, Podemos va a lo suyo. Traza líneas rojas, su candidato entra y sale de la Moncloa, al dejarla aprieta la tuerca, la alcaldesa de Barcelona se hace con electorado que los demás han tirado por la borda y, sabedor de que el tiempo juega a su favor, da gusto ver a Pablo Iglesias como el representante más asentado y reconocible de la casta.

Compartir el artículo

stats