Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Demetrio y el aquelarre

El lector, la lectora más puesta en demonios y alimañas seguro que conoce a Demetrio Fernández. El resto no. Me uno a la masa. Tampoco sé quién es. Y hasta ahora vivía feliz, sin saberlo. Tal vez, en los concursos del futuro, salga su nombre como sinónimo de mala pécora, de bruja, de alma sucia. Tal vez, si se dan prisa, pueden poner alguna pregunta sobre Demetrio en ¿Y tú qué sabes?, que estrenó La Sexta el domingo pasado y presenta Óscar Terol. Es un concurso rancio de cultura general del que han grabado sólo tres entregas, y se emite sustituyendo a Salvados hasta que el consumo amaine. Terol es uno de los guionistas de Allí abajo, una de las series de éxito de Antena 3. Tres famosos „en el estreno, Santiago Segura, qué pesadilla„ y 200 estudiantes compiten. Y ahí podría entrar la figura de Demetrio. Por 1000 euros, que levante la mano quien sepa quién es Demetrio Fernández. Un futbolista, podría decir el estudiante de medicina. Noooo, grita el presentador vasco llevándose las manos a la cabeza. El peluquero de Palmeras en la nieve, dice uno de los famosos alardeando de conocer hasta el último de la lista en su profesión. Oh, nooooo, dramatizaría de nuevo Terol al tiempo que el estruendo de la fanfarria del programa haría vibrar los altavoces de la tele. Este menda, el tal Demetrio, no es conocido por su nombre pero sí por su cargo, que pagamos todos. El obispo de Córdoba es el último que se incorporó en 2015 a la lista de tontos del año. Dijo hace unos días en una carta a su rebaño, difundida en Youtube, una especie de discurso del rey pero cambiando el dorado del palacio real por un morado podemita, muy mariquita, todo hay que decirlo, que la familia auténtica es la que él defiende, una familia loquísima compuesta por padre, hijo y espíritu, que por muy santo que sea no deja de ser espíritu, por dios, Demetrio, que se te va la pinza. Búsquenlo y disfruten de su tono de melosa arenga, de su ritmo y dicción, de su manera lenta de mover las manos como un padre dulce en las formas pero terrible, amenazador e iracundo en el fondo.

Rappel y el tanga. Pero les aconsejo que no tengan nada punzante al lado, nada que pueda dañar su tele, su ordenador, su teléfono caro. El que avisa no es traidor, muy traidor, y mucho traidor. Dice Demetrio, obispo de la misma iglesia que el papa Francisco, el que decía que no era nadie para juzgar a nadie por sus gustos amorosos y sexuales, que para traer hijos al mundo el abrazo amoroso entre hombre y mujer no puede sustituirse nunca por la pipeta de laboratorio, fruto de un aquelarre químico. Deme, tío, campeón, eres más malo y tienes más veneno que Kiko Hernández imitando a Rosa Benito que, junto a la estrella del mercadillo del jueves Raquel Bollo, se confirma para Gran Hermano VIP. Aún no han desinfectado la casa de Guadalix y Telecinco ya anuncia la apertura de la zahúrda, que también contará con Rappel „cada vez que lo nombro no puedo quitarme de la cabeza la imagen atroz de verlo en carne mortal, puro aquelarre contra el deseo, en una playa de Málaga donde todos íbamos en bolas y él con un tanga que ni el espíritu de la familia del Demetrio sería capaz de ponerse, que serán espíritus pero tienen su pudor„. Yo creo que el obispo de Córdoba dijo lo que dijo sin pensar lo que dijo. Yo creo que un hombre con un crucifijo colgado al cuello, pero crucifijo ostentoso, tipo badajo, tipo macarra maquinero, que profesa el cristianismo, todo amor, no puede ser tan malo, no puede ser tan mala gente, no puede decirle al hijo del matrimonio tal o cual que su hijo es fruto de un aquelarre químico. Dice Demetrio que hay muchos que piensan en el derecho a tener un hijo como si un hijo fuera un objeto. ¿En serio? ¿La gente busca un hijo por fecundación in vitro por capricho, como se busca un collar para el perro o el mismo perro, como si fuera un consolador, un rosario, o un piso? Con el despiporre de la programación navideña las palabras del obispo saltaron a algún informativo, quizá recogidas por algún programa, pero entre los especiales, el lío postelectoral, y los nenes en casa, el escupitajo de este jerarca católico se diluyó. Pero hay cosas que no pueden quedar impunes.

Chrisallys y Alan. Si para este alto funcionario del negocio de la fe el hijo nacido por fecundación in vitro es un «producto», «un aquelarre», ¿qué pensará del niño que nace atrapado en un cuerpo de niña, se opera para conseguir ser lo que siente que es, las leyes lo reconocen con su auténtica identidad, y adquiere su DNI que lo avala? ¿Cabezas y corazones como el de Demetrio le harían la vida imposible? Hace apenas unos días la familia de Alan, uno de los primeros transexuales que logró ese aval ciudadano que lo confirmaba como niño y no como la niña en la que nació, a través de la asociación Chrisallys, grupo de familias de menores transexuales, dijo que Alan se quitó la vida «porque no pudo con la presión de la sociedad», incluyendo el ámbito escolar. Esto sí que es un aquelarre insoportable, Demetrio. Tampoco puede quedar en el olvido, por mucho cava barato, confeti postizo, uvas y campanadas, y galas ajadas enlatadas de Fin de Año que nos abran, la acción antisistema, el aquelarre repugnante de ver a más de 200 personas sin hogar, pobres de solemnidad, comiendo en el ayuntamiento de Madrid gracias al padre Ángel, el cura loco de Mensajeros de la Paz que se dedica a esa chuminada de los necesitados en vez de clamar contra el pecado y la disolución de la moral católica, y a Manuela Carmena. La peligrosa alcaldesa está rebajando la deuda municipal, atiende a los sin techo, y los trata con dignidad, por dios, qué asco, Ana, no mires, olvídate, le dice Aznar a Botella sin perder la cuenta de sus quince mil flexiones de la mañana, que esta gente es capaz de todo con tal de humillar a los verdaderos patriotas. Y quita esa cadena, que ahí sólo cuentan historias que a nadie interesan. De confianza, o La 1, o 13 tv, la de Demetrio.

TVE modernísima

Es emocionante terminar el año con TVE. La más moderna, la más vanguardista, la tele pública que el ciudadano necesita. Por eso La 1 echa mano de Ramón García, el tío de la capa, Anne Igartiburu, y ambos, junto a telepasiones y mucho Raphael, Bertín, que salió de su casa para quedarse „como humorista, anunciante, cantante, presentador, lo que le echen„ en la nuestra. Viva TVE. Si es que hay que quererla. Muá, y muá.

Compartir el artículo

stats