Este diciembre se han producido incendios forestales en Asturias como consecuencia de los vientos del sur, que en esa zona se llama «viento de las castañas», que ha soplado fuerte, hasta 100 Km?h. No es extraño que se produzcan incendios en invierno en esta zona, entre el 15 y 16 de febrero de 1941 hubo un incendio que destruyó gran parte de la ciudad de Santander. Estos vientos de mediodía junto con los del suroeste han hecho disparar las temperaturas y han provocado descensos de la humedad relativa hasta el 30%, hecho poco frecuente en esta zona donde el invierno es la estación del año más lluviosa, junto con los finales del otoño astronómico (diciembre). Se han batido récords de calor en Asturias con 26,9 ºC de máxima y la temperatura media será récord por elevada tanto en Oviedo, 12,5 ºC, como en la vecina Cantabria, en Santander tendrán 15,0 ºC, por encima de los 13,7 ºC de diciembre de 1989. En el año 1983 también tuvimos mucho calor en Santander, con 23 ºC de máxima, con viento del sur. Así el efecto foehn es el responsable de estas elevadas temperaturas. Este viento da precipitaciones abundantes en las Rías Bajas gallegas pero cuando desciende desde la Cordillera Cantábrica hacia Asturias y Cantabria se seca y se calienta provocando temperaturas excepcionalmente elevadas, más altas incluso que en un día de verano típico. Así también se han observado temperaturas mínimas elevadas de 19,5 ºC. En el País Vasco y en toda esta área del Cantábrico no es extraño que algunos inviernos tengan noches tropicales (mínimas por encima de 20 ºC) con vientos del sur moderados y muy secos, mientras en Girona la mínima puede ser cercana a 0 ºC o inferior a las Dehesas de Salt, ya que el cielo es sereno y no sopla viento. Esto acontece con un anticiclón centrado sobre el Mediterráneo y una zona depresión extensa y alargada en sentido SW-NE que se extiende encima del Atlántico entre las islas Azores y Noruega, el gradiente bárico es moderado en la zona cantábrica e inexistente o muy débil en el Mediterráneo Occidental.

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