En un contexto en el que en nuestro país cada vez existen menos puestos de empleo para la ciencia en general y para la meteorología y climatología en particular, desde las universidades y desde las entidades sin ánimo de lucro se trata de hacer un acercamiento de las actividades científicas y la investigación al ciudadano de a pie. Esta aproximación, además de conseguir la divulgación de sus actividades también pretende nutrirse de la experiencia y la memoria que tiene la sociedad respecto a los eventos meteorológicos extremos, para poder incorporarlos a los archivos científicos y tener un mejor conocimiento de los eventos pasados y presente, con la finalidad de conocer mejor los futuros.

La Associació Valenciana de Meteorologia, AVAMET, como asociación que sirve de punto de encuentro de todos aquellos ciudadanos que tienen interés por la meteorología, se encuentra en estos momentos abriendo vías de colaboración en este campo; concretamente con el proyecto Flood-up, de ámbito estatal, que está desarrollando la Universitat de Barcelona. De esta manera, se espera establecer un canal de información por el cual la experiencia y documentación de sus socios llegue de forma directa al mundo científico. Además de la información de eventos pasados, también está previsto compartir la información de los eventos de meteorología adversa a tiempo real, de manera que aquellos reportes manuales que se envíen desde la plataforma de la Xarxa de Vigilància Meteorològica d´Avís Ràpid (XVMAR-Manuel Iranzo) de AVAMET pasarán a formar parte también de la base de datos del proyecto Floodup, como si desde la misma aplicación para móvil de este proyecto se enviara.

Establecer marcos de colaboración de este tipo beneficia, tanto al mundo de la ciencia como a la sociedad en general a la que todos pertenecemos y que, con este tipo de aproximaciones trata de integrar y reforzar en un vínculo que se demuestra necesario. Cualquier hipotética reticencia a colaborar por parte de cualquiera sería complicada de entender, puesto que pocas veces desde el inicio de la ciencia se ha abierto canales tan estrechos de colaboración para el ciudadano, como éste que aquí se comenta o como otros que pudieran llegar a través de los proyectos de ciencia ciudadana, que por suerte se encuentran en auge. En definitiva, ayudando a hacer ciencia nos ayudamos todos.