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Maite Mercado

Por fin más periodismo

Mediaset ha resucitado la marca Reporteros Cuatro en un intento más de plantar cara los sábados a La Sexta Noche después del adiós de Un Tiempo Nuevo en diciembre.

En el estreno de Soy Noticia, Nacho Medina, reportero de Callejeros y de Frank de la Jungla, entraba en un lugar de difícil acceso: un convento de clausura. Eso sí, acompañado de una Tamara Falcó cada día más parecida a su madre, en todo. Hubiera podido prescindir del gancho porque las monjas 2.0, una exboxeadora, otra heavy metal, daban más juego que ella. Muy interesante fue el reportaje sobre el síndrome de Hikikomori o fobia social extrema que padecen 160 personas en España, entre ellas Rocío, que lleva dos años sin salir de casa. Un poco sensacionalista, el intento de reproducir lo que sufrió Abou, el niño de 8 años al que metieron en una maleta para cruzar la frontera.

La octava temporada de Conexión Samantha comenzaba con una inmersión en el infantilismo parafílico, una realidad desconocida para la mayoría, afortunadamente. No pude aguantar la imagen de un baby adult al que cambiaban los pañales aunque muchas mujeres están ofreciendo sus servicios como niñeras de estos «señores bebé» al enterarse de que cobran 100 euros la hora. Mañana Nacho Medina viaja a Palomares con uno de los periodistas que cubrió el accidente nuclear hace 50 años, Tico Medina, su padre. Samantha Villar abordará los polémicos fichajes de futbolistas menores de edad.

La vuelta de los reporteros forma parte de una estrategia más amplia que pretende recortar espectadores a La Sexta en su conquistado territorio informativo. También esta semana empezaba una hora antes Las Mañanas de Cuatro para adelantarse a Al Rojo Vivo. Bienvenidos sean los duelos entre formatos periodísticos.

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