El Valencia CF siempre ha sido un termómetro cívico-social fiable de la Comunitat Valenciana. Sus éxitos, además de masivamente celebrados, han demostrado la satisfacción de una sociedad que tiene en la entidad de Mestalla su marca más potente e internacionalmente reconocida. Nadie en Valencia, sea seguidor blanquinegro o no, puede abstraerse a la marcha del club. Ahora y tras un complicado proceso de venta, el Valencia CF asiste a una crisis deportiva sin precedentes en los últimos treinta años. Tanto que los seguidores valencianistas se ha instalado en un pesimismo poco disimulado. Aunque los resultados en el terreno de juego son determinantes en el estado de ánimo de la afición blanquinegra, está demostrado que la entidad está por encima de jugadores, entrenadores, presidentes y accionistas, ya sean pequeños o mayoritarios. Por eso el llamamiento de los futbolistas veteranos para animar al equipo en el encuentro de esta noche ante el Espanyol parece muy oportuno.

Nadie puede poner en duda la buena voluntad de los Juan Sol, Ricardo Arias, Óscar Rubén Valdez, Fernando Gómez Colomer o Juan Sánchez en su llamamiento a la unidad del valencianismo en estos momentos complicados. La cantidad de años de sudor y compromiso con la camiseta del Valencia CF que suman todos ellos obliga a varias generaciones a cerrar filas con su llamamiento. Esta noche se juega mucho más que un partido en Mestalla, como han entendido las figuras señeras del club, porque solo vale una victoria para espantar los malos augurios del descenso, una palabra que parecía desterrada del vocabulario valencianista. Por eso el estadio debe llenarse como en las grandes ocasiones. Ese es el primer paso para demostrar a la plantilla actual el camino de la exigencia y el esfuerzo.

La unidad valencianista representa la mejor respuesta al aprieto de juego y resultados por el que atraviesa el equipo. La mayoría de jugadores visitantes hablan del respeto que impone Mestalla, y la totalidad de futbolistas que han vestido la camiseta del murciélago hablan de la magia del estadio para llevar en volandas a los suyos en las ocasiones especiales. Muchos de aquellos héroes pueblan con su fotografía los pisos exteriores de la tribuna de la avenida de Suecia. Unas imágenes que recuerdan el esplendor de unos de los mejores clubes de España y Europa.

Tiempo habrá cuando concluya la temporada para hacer el balance de estos últimos meses en una entidad centenaria, que supuestamente está configurada para enfrentarse a sus homólogos europeos, aunque el fútbol poco sabe de pasado y futuro, pues solo es presente. El valencianismo ha demostrado sobradamente su capacidad para sobreponerse a momentos adversos, pues ha vivido situaciones difíciles. Los veteranos han alertado que ésta es una de ellas, y no hay mejor manera de afrontar un problema que reconocerlo. Su lema «el Valencia siempre se levanta» es una invitación al optimismo que no se puede dejar escapar en esta jornada crucial.