Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los grandes

Hace algunos años, el que fue director del IVAM, reconocido historiador y crítico de arte Juan Manuel Bonet, entrevistado por la veterana periodista Mª Ángeles Arazo, declaraba su pasión por los libros, revelando que unas de las joyas de su biblioteca eran dos poemarios de Pessoa dedicados a un poeta español. «Los encontré „decía„ en una librería de lance y abrí una botella de champagne para celebrarlo».

Yo no llegué a tanto, pero poco me faltó para saltar de alegría cuando hallé en otra librería de lance, en Burdeos, un libro que es también una de mis joyas. Se trata de un magnífico volumen que recoge todas las fotografías que hizo Irving Penn de los maniquíes que exhibieron en el Metropolitan Museum de Nueva York, en los años 70, una de las memorables exposiciones organizadas por Diana Vreeland, la mítica editora de Vogue que lanzó a modelos fabulosas, consagró a modistos y fotógrafos y, sobre todo, instauró una nueva forma de difundir la moda en las publicaciones especializadas. El libro se titula como la exposición: Inventive Paris Clothes 1909-1939 y es un deslumbrante compendio de creaciones de los nombres históricos de la haute couture, desde la gran Vionnet hasta las no menos grandes Schiapparelli y Chanel, pasando por Piret, Molyneux o Paquin.

Pero la maravillosa singularidad del volumen que adquirí en aquella vieja librería bordalesa es que en su primera página lleva escrita una dedicatoria de la propia Vreeland a otro de los fotógrafos estrella del siglo XX: Cecil Beaton, con estas palabras: «For dearest Cecil with love from: Diana», en letras de gran tamaño y firma de enérgico trazo. Como fácilmente entenderán todos los interesados por la moda como fenómeno sociocultural, más allá de tendencias y caprichos pasajeros, este libro es uno de los tesoros de mi biblioteca. Tener en un tomo unidos a tres referentes como Diana Vreeland, Cecil Beaton e Irving Penn es algo que no se consigue todos los días. Hablar más de ellos rebasaría hoy los límites de esta pequeña Mirada discreta.

Pero sí quiero resaltar su siempre renovada actualidad. Si en nuestro país se representa una obra teatral „un monólogo, creo„ que revive la figura de D. Vreeland, interpretada por la actriz Carmen Elías (ojalá llegara a Valencia), hace tres días se ha inaugurado en la National Portrait Gallery de Londres una exposición dedicada al centenario de la revista Vogue en su edición británica, recopilando imágenes de los fotógrafos célebres a lo largo de esa centuria, entre ellos, naturalmente, Irving Penn y Cecil Beaton. Ambos han sido anteriormente protagonistas de numerosas exposiciones en distintos países. Por ejemplo, a Beaton „personaje polifacético que fue, además de fotógrafo, cotizado interiorista, escenógrafo y autor de atrayentes libros, se la dedicó en 2012, en el Imperiar War Museum londinense la exposición Theatre of War, sobre su faceta menos conocida, como fotógrafo de la II Guerra Mundial y su impacto en Gran Bretaña, China, India, África o Birmania. Volveremos sobre Beaton en otra ocasión. Por ahora, aquí tienen la portada de ese libro que Diana Vreeland dedicó, sin fecha, pero cálidamente, a su buen amigo Cecil Beaton, y que llegó a mis manos como llovido del cielo... o a saber de dónde.

Compartir el artículo

stats