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Maite Mercado

Tópicos 2.0

Casi cuatro millones de espectadores siguieron el segundo capítulo de las desventuras de nuestros compatriotas en Alemania, superando el mágico 20 por ciento de cuota de pantalla. Volvió a ganar a En la tuya o en la mía que recupera fieles respecto a la semana pasada, subiendo del tercer puesto al segundo. La diferencia puede achacarse al interés del invitado, entonces un soso Mario Casas frente a la personalidad de Plácido Domingo. También a la otra en discordia, Telecinco. Si el otro día jugaba con Ocho apellidos vascos, ahora lanzaba Lobezno Inmortal pensando que el X-Men funcionaría tan bien como Dani Rovira. Pero no fue así. La ficción patria sí pudo con Bertín pero no Hugh Jackman, que enseña más pelo en pecho pero no puede con el tópico.

Aunque los personajes de Buscando al norte no llevan boina como Alfredo Landa, sus problemas no van mucho más allá de los de Vente a Alemania, Pepe de hace cuarenta años. La gran novedad en el guion es la presencia del Skype que hace más llevadera la ausencia de los seres queridos. Así pudimos ver un striptease a través del ciberespacio. Antonio Velázquez lució músculo y acabó masturbándose frente al portátil, motivo argumental que obviamente provocó su expulsión de la casa del intransigente tío. Han de ir a un albergue social a pasar la noche pero eso no lo vemos.

La trama se queda en líos amorosos, adultos pegándose y «meteduras de pata» de Manuel Burque al insultar en la cara sin querer a ecuatorianos o turcos. Se desaprovecha el fondo del asunto: el porqué tantos jóvenes españoles han de emigrar. Y también Berlín, que veremos en el próximo capítulo cuando Álex se lo enseñe a la novia con la tablet. Un forzado tour porque ni el escenario ni el contexto son relevantes. Una lástima.

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