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Julio Monreal

Mestizaje ideológico

«La izquierda no suma» dice Sánchez tras haber logrado solo el apoyo de Ciudadanos a su investidura. El líder socialista apela a un «mestizaje» de partidos distintos, como en la Generalitat. Hoy no será presidente pero se ha hecho la campaña para junio.

Pedro Sánchez tomó prestado el diccionario del Pacte del Botànic y después de reconocer con pesar desde la tribuna del Congreso que los escaños de la izquierda «no suman» para formar Gobierno apeló a la necesidad de un «mestizaje ideológico», una mezcla de partidos de distintas sintonías que cierre el paso a un nuevo Ejecutivo de Mariano Rajoy.

Pero el pacto «a la valenciana» que en las últimas semanas sugerían desde el cap i casal al líder socialista está más difícil que nunca. Toda la izquierda minoritaria y los nacionalistas votarán hoy en contra de la investidura, incluído Compromís. Y Pablo Iglesias se pasó el tiempo del discurso de Sánchez cabeceando en señal inequívoca de reprobación. Podemos debió decidir hace tiempo que quiere nuevas elecciones porque cuenta con morder otro bocado al PSOE.

Sin embargo, el intento frustrado del secretario general socialista por alcanzar el Gobierno deja algunas pequeñas victorias para Sánchez. Su liderazgo interno se ha asentado frente a la lideresa andaluza y además ha sido capaz de arrebatar a Pablo Iglesias la iniciativa política, que éste llevó practicamente desde que se cerraron los colegios electorales con apariciones como la de sus candidatos a ministros de un gobierno de coalición con él como vicepresidente.

Más que unas negociaciones para la investidura, el líder del puño y la rosa se ha marcado toda una precampaña electoral en la que ha subrayado todos sus objetivos: Su búsqueda de la moderación (con el acuerdo con Ciudadanos); su condición de líder hegemónico de la izquierda (con la recuperación de la iniciativa política perdida frente a Podemos); su rechazo frontal a un gobierno de gran coalición con el PP, y su capacidad de diálogo con todo el arco parlamentario excepto con los populares y los independentistas.

A partir de ahora, dentro de los dos meses que se inician antes de convocar nuevas elecciones, puede pasar cualquier cosa, incluso que Podemos y otros partidos de izquierda reconsideren su negativa y se abran a un pacto, pero si las urnas se abren de nuevo en junio no habrá sido por pasividad del cantidato Pedro Sánchez, que lo intentó pero «no suma».

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