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Tienes talento, colega

Volvió El príncipe a Telecinco. No defraudó. La serie la ven cuatro millones como el que canta una nana. Es su última temporada, y la cosa está en ver si Khaled Ashour, el personaje del actor francés Stany Coopet, será cazado como terrorista. Y en ver si al fin los personajes de Hiba Abouk y Álex González foguean los pinchazos del amor como está mandado, no como adolescentes que se pellizcan o retozan a quemarropa, por si los pillan. Hasta ahora, en cada capítulo, los guionistas han encontrado una razón de risa para justificar que Álex González se quite la camisa y enseñe sus tetas, tan marcadas y gordas como las de un muñeco inflable. Sin embargo, Álex, además de tetas, posee otro talento. No es el que más destaca como actor, pero tampoco está a la cola. ¿Quién es el que tiene el incuestionable talento de ser el peor de la clase, el número uno por la cola? Si usted ve la serie convendrá conmigo que ni esos extras a los que hacen pasar una y otra vez como habitantes del barrio ceutí de el Príncipe son tan malos como el colega Jesús Castro, tío, qué horror, eres tan actor como Rita Barberá senadora o fiscal del Estado el fiscal Horrach, un gatito de terciopelo preguntando a Iñaki Urdangarín, el talentoso duque empalmado. Pues tú, Jesús, igual, tronco, qué malo eres, tío. La otra noche, viéndote en uno de los planos que eligió el director de ti, casi me atraganto, dios. ¿Conoces ese anuncio para Fiat de Ben Stiller que pone caritas, y mira a cámara una y otra vez con el morro apretado? Pues igual, colega, pero todo el rato. Cámara y acción, gritará el director, y tú, hala, morro apretado y mirada torva, la única que tienes. Una foto tuya en vez de tú sería un acierto, incluso se tomaría como algo humorístico. He llegado a la conclusión de que te llaman porque los directores saben que por muy malo que sea el elenco que te rodea siempre será mejor que tú. Te pones tan intenso, nene, como Gloria Serra narrando el guión de Equipo de investigación -5 años en antena, 200 programas en La Sexta, los viernes-.

El tío de la cabra. El jurado de Got talent es otro que se pone intenso, cardíaco, afrodisíaco, dionisíaco, juncal, pinturero, tontorrón, malote, pedorro, cursi, falso, compasivo, vamos, que hace lo que tenga que hacer un jurado que está ahí para lo que está, para hacer el paripé y elegir al tío de la cabra. Supongo que ese ritual, esa liturgia de la elección va en el guión, viene de fábrica. Como hemos visto en mil zapping conocemos la cara lela, la cara de asombro, los ojos abiertos o muy abiertos y brillantes, de los miembros del jurado del programa británico, los gestos de Simón Cowell, Amanda Holden, Alesha Dixón, y David Walliams, esas caras cuando encuentran diamantes en piedras brutas de apariencia ruda y desgarbada como Susan Boyle cantando hasta la lágrima «I drimed a dream» o a Paul Pott, el mofletudo, obeso, con pinta de camarero de chiringuito de playa, cantando como un ángel bajado de los cielos «Nessun Dorma». Todo eso ya lo hemos visto. Por eso, ahora, cuando veo a Jorge Javier Vázquez con los ojos abiertos no puedo dejar de ver al Jorge Javier Vázquez que parodia con soberbio magisterio José Mota. No me lo creo. La verdad es que no me creo a ninguno de los miembros del jurado. Veo en Eva Hache, en Edurne y en Jesús Vázquez un jurado de pega, como si cada uno de ellos estuviera más pendiente de poner caritas para su cámara por si los pincha el realizador que de seguir a la mujer barbuda del escenario. Porque esa es otra característica del Got Talent español. ¿Tienen que ser los concursantes tan llamativos? ¿Por qué sacan a tanta chica rebozada en chicharrones, a niños en sillas de ruedas que hacen piruetas de ballet clásico, a tullidos simpáticos, a la tía que mueve las tetas como si tuvieran vida propia, ahora la izquierda, luego la derecha, ahora las dos, arriba, abajo, y vuelta a empezar? Y otra cosita. ¿Qué pinta ahí entre bambalinas Santi Millán? Ah, vale, nada, pero también pone caras raras y abre mucho los ojos mirando a cámara cuando huele el talento a distancia. Es un sabueso del talento. uy maniqueo, muy infantil.

A las urnas. Pero para talento natural, y sin pasar por Got talent ni puñetas, el de Nacho Villa. No es el tío de la picha con cabeza de serpiente ni canta por Antonio Molina como si fuera un eunuco. Es el ex director de la tele manchega, esa en la que Mariloli Cospedal vio la luz hecha carne y símbolo de la tele pública independiente. El amigo Nacho se fundió tirando de tarjeta unos 155.000 euros, según una auditoría , que dice que el menda se tiró a los puros caros, a la langosta, y al buen vino, como un pobre al comedor social. Para manipular hay que tener la barriga llena. Mientras esta gente se metía entre pecho y espalda un cochinillo, saboreaba las delicias de la langosta fresca, y bebía caldos de varios ceros, se esquilmaba la sanidad pública o se recortaba en educación. Hay que tener talento para hacer esas fechorías y decir lo contrario. Luego están los sindicalistas Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo, esa pareja tan mona, tan mayores pero tan bien avenidos, pareja que demuestra una vez más que la convivencia sincroniza ritmos, gustos, y prioridades. Monísimos los dos enganchados a sus teléfonos mientras Pedro Sánchez soltaba su discurso de investidura con una convicción que al presidente valenciano Ximo Puig le parecía menos interesante que lo que veía en su móvil. La escena del aburrimiento en el gallinero del Congreso, completa con Amparo Rubiales recostada mientras se mira la mano, y García Page dormitando, puede resumir estos últimos días de trasiego político. Ya lo dijo Shakespeare, mucho ruido y pocas nueces. Viendo las sesiones de investidura me preguntaba si los diputados creían estar ante el jurado de Got talent. Gritos, chulerías, desplantes, sorderas, autismo, egos inflamados, gallos de corral, colegas. Al jurado casero de este Got talent político se le ha quedado cara de Jorgeja viendo a las chicas «XL de la oda al michelín» mientras da su veredicto. Venga, troncos, nos vemos en las urnas.

Qué pesadilla

Es una plaga. ¿Creíamos que los programas caza talentos habían tocado fondo? Ni lo sueñe. Esto sigue. Ahora es Antena 3 la que anuncia nuevo peñazo. La cosa va de buscar al mejor bailarín, y por eso se llama Top Dance. ¿Tiene jurado? Eso ni se duda. Mónica Cruz, Rafael Amargo y David Bustamante. Ah, los danzantes mostrarán su vida en la academia donde reciben clases. Sólo de contarlo me aburre. Qué pesadilla.

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