Las grandes cifras del calentamiento global son vividas en el campo a través de perqueños incrementos de temperatura con importantes incidencias en la actividad agrícola. Se ha hablado mucho sobre la relevancia del clima en el cultivo de la viña y su influencia en la producción vitivinícola, pero el alcance de este cambio del clima tiene una gran afección y hasta en las hortalizas se están planteando retos innovadores ante el nuevo escenario de ascenso térmico. Un ejemplo reciente es el cultivo de cebolla en la huerta valenciana.

El exceso de calor en la tierra está provocando la aparición de hongos que acaban con la totalidad de las cosechas. «Todavía lo estamos estudiando, pero todo apunta a que podemos estar ante un hongo del tipo mildiu, el cual estaria haciendo completamente inviable la producción de cebollas.

En primer lugar, porque frena su crecimiento, con lo que no se se alcanzan los calibres de mercado, y, en segundo, porque también da lugar a diversas anomalías como la división de esquembres», explica Ferran Gregori, técnico de la Unió de Llauradors i Ramaders. Aunque todavía faltan resultados, lo cierto es que este problema «se produce como consecuencia del otoño e invierno anómalos que hemos tenido en nuestro territorio hasta el momento», apunta Gregori.