¿Qué hace un grupo de siete treintañeras durante todo un fin de semana en el que no hay maromos de por medio? Ya se lo voy a decir yo: darle a la sin hueso como si no hubiera un mañana. Se suele hablar de todo en estas ocasiones, política, trabajo y, por supuesto, tíos y sexo. Claro está que todo depende del grupo en cuestión, pero las chicas con las que yo he tenido la suerte de compartir el fin de semana no son de las que tachan los temas picantes de la lista de conversaciones que descansa sobre la mesa. «Pili ha conocido a un tío en Tinder que piensa que a los tres años ya lo has hecho todo en una pareja, y que hay que cambiar»; «hace medio año que no tengo tema con mi novio» o «he conocido a un cuarentón que me tiene tonta todo el día»...
Ante la falta de temas prohibidos y la ausencia de sueño después de haber dormido hasta las tantas, a una le da por pensar cómo hemos cambiado (tanto chicas como chicos) en esto de las relaciones de pareja y rápidamente me viene a la cabeza una serie que retrata el panorama a la perfección. Love, la nueva producción de Judd Apatow (director de Virgen a los 40 o Begin Again, entre otras) es el ejemplo de cómo funcionan ahora las cosas. Entre los millenials, cualquier lugar es bueno para encontrar el amor, WhatsApp y Tinder son dos integrantes más de cualquier grupo que se precie y los cuarenta es una edad muy perfecta para encontrar al amor de su vida (o el de los próximos meses). La serie no es para tirar cohetes, pero es entretenida, rápida de ver y le hace pensar a una en qué momento dejó las historias de amor made in Disney para comprender mejor los argumentos complicados de treintañeros muy del siglo XXI. No se la pierda si quiere pasar un buen rato, la encuentra, como no, en Netflix.
