Quedémonos con dos imágenes recientes que, sin embargo, pueden ser engullidas (y olvidadas) por el vórtice enloquecido de los acontecimientos. Hemos visto cosas que no creeríamos: a Albert Rivera que anunciaba que si venía Podemos, él no se ajuntaba; a Pablo Iglesias proclamando urbi et orbe (a lo que le autoriza su apellido) que si venía Ciudadanos, era él quien no haría piña con Pedro Sánchez como núcleo de condensación. Otra imagen: la del estado mayor de Podemos yendo a negociar con el PSOE con los cargos repartidos y puestos, aquí un ministerio del Interior, aquí una vicepresidencia.
Ya sé que estas escenificaciones tienen mucho de desplante torero para complacer a los tendidos de sol o de sombra, según. Pero de momento, la aparición de los emergentes ha servido para fragmentar el reparto de poder, tal vez sirva para algo más, no lo niego, pero no se ve. Incluso en nuestro microcosmos me cuentan que Rafa Xambó y Vicente Vergara, dos hombres de cultura con trayectoria acreditada, han sido vetados por Ciudadans para no sé qué Consejo del Audiovisual. Vetados: el inquisidor nunca muere. Un cineasta que recibió clases de inglés y democracia, Vicente Tamarit, nos cuenta: «Yo pude hacer un documental sobre los exiliados chilenos en el Reino Unido con fondos del ayuntamiento de Brighton gestionados por los conservadores».
La repetición de las elecciones no es ninguna tragedia, eso sería exagerar, pero los sondeos dicen „y el último es de eldiario.es, que no es un vocero de Davos„ que se repetirían resultados con pocas variantes. En efecto, Voltaire no era de Guadalajara ni Menéndez y Pelayo se parecía a Montaigne. Mayans i Siscar sí que era nuestro, pero se refugiaba en Oliva como Joan Fuster tenía sitial en Sueca: entre naranjos. Así pues, no queda más remedio que vigilar y actuar, confiar en que, en una o dos generaciones, quizás no se note que no tuvimos abuelos constitucionalistas, sino de faca y arcabuz (es un decir), educar en libertad y, en resumen y como diría el portugués Gabriel Magallaes, persistir, continuar.
