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Voces intemporales

Lo dijo el escritor Nicolás Gómez Dávila: «Si queremos que algo dure, hagámoslo bello, no eficaz». Más allá de la eficacia, del utilitarismo que preside esta época, lo que sobrevivirá a los embates del tiempo no es lo funcional, sino lo que las mentes superficiales consideran fuera de toda necesidad inmediata: la poesía. Que nos devuelve en cada momento el resplandor de la belleza y, sobre todo, el sentido profundo de la existencia humana.

Hace muchos años que la Fundación Loewe „tan merecidamente reconocida„ instituyó sus Premios de Poesía, que han sido plataforma o confirmación de un formidable núcleo de creadores, a los que se han unido en la actual XXVIII edición dos nombres más: Víctor Rodríguez Núñez y Carla Badillo Coronado, (ésta en la categoría de ´Creación Joven´) por sus respectivos libros despegue (escrito así, con la inicial en minúscula) y El color de la granada. Víctor Rodríguez es cubano, residente en Estados Unidos, y Carla Badillo, ecuatoriana. No deja de ser curioso que este año que conmemora el centenario del nicaragüense Rubén Darío hayan sido dos voces de la América Latina las que alcanzan estos galardones, dando fe una vez más de la extensión y hondura de la lengua española, a la que aportan matices fulgurantes y potente vigor.

El acto de entrega de los premios se inició con la intervención, siempre elocuente, de Enrique Loewe, alma de la Fundación, que tuvo hermosas palabras en recuerdo de su padre, Enrique Loewe Knappe, fallecido hace pocos días a los ciento tres años de edad. Le siguió ante el micrófono Sheila Loewe, continuadora de la dinastía y actual presidenta de la Fundación.

El poemario de Víctor Rodríguez Núñez fue presentado por otro escritor cubano: Albuno Estévez, que resaltó la universalidad de la literatura con este verso de su galardonado compatriota:«Entre las nubes nadie es extranjero». La poeta y filósofa Chantal Maillard, poco propensa a actuar en público, se encargó sin embargo de introducir el libro de Carla Badillo, confesando la magnífica impresión que le causó. «Carla sabe muy bien que un poema no se hace; se encuentra, afirmó.

En los salones del histórico Hotel Palace de Madrid, sede habitual del acto, reinó un ambiente festivo/cultural. Allí estaban varios miembros del Jurado calificador: José Manuel Caballero Bonald, Soledad Puértolas, Luis Antonio de Villena y los poetas valencianos Francisco Brines y Jaime Siles. Muchos personajes conocidos: el pintor Eduardo Arroyo, la ex ministra Ángeles González Sinde, la actriz Ángela Molina, la poeta Ana Rosetti, Laura García Lorca, Marisa de Borbón, Jaime de Marichalar, Carlos Falcó con Esther Doña, la consejera delegada de Loewe Lisa Montague y Chus Visor, cuya editorial publica poemarios premiados. También la moda hizo acto de presencia, con figuras tan destacadas como Elio Bernhayer, Modesto Lomba, Angel Schlesser y la práctica totalidad de directores de revistas especializadas, en las que ya los premios de la Fundación Loewe y los temas culturales disponen de espacio propio.

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