Volvió Jesús Cintora un año después de ser fulminado en Las Mañanas de Cuatro, el mismo día que Mediaset anunciaba que no renovaba su contrato. Frente a películas y series, el estreno mejoró la audiencia de «las princesas», con un 8,6 por ciento de share y además, conseguía el milagro de resucitar Soy Noticia de Nacho Medina con su mejor dato de la temporada, a ver si a la tercera va la vencida después de emitirse los sábados y viernes con poco éxito.
Vivir en Negro fue de más a menos. Lo bueno: su performance informativa sobre economía sumergida con pizarra como en La Sexta Noche pero en plena calle a lo Ramon Gener con piano en This Is Opera, los obreros en el edificio fantasma, los talleres de calzado de Elche y el parking, los maletines, las bolsas de basura y los billetes de 500, tan de actualidad, con el Woke up this morning de Los Soprano. Se le fue el tono en Suiza entrando en los bancos gritando en español si conocían a Bárcenas o a Pujol, con golpe de efecto: una llamada a la policía. El testimonio de un abogado se queda en nada, solo para grabar un Miró en la pared.
Prometían todo en exteriores pero ahí están los políticos en una mesa para cerrar. Juan Carlos Monedero por Podemos habla de medidas para luchar contra el fraude fiscal. ¿Pertinente?¿Cuándo fue grabado el programa? El del PP le escupió su declaración complementaria y Venezuela. Nada nuevo. Eso sí, pudimos ver a la ahora casi invisible Irene Lozano por el PSOE. ¿Vosotros habéis pagado o cobrado en negro?, les pregunta. Misma cuestión planteada por Jordi Évole a Pedro Sánchez y Albert Rivera en su cara a cara.
Cintora a pie de calle se parece a Salvados. Y a otros formatos de reportajes ¿Y qué? Ojalá todos los días hubiera periodismo en prime time.
