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José Sierra

Una Hora del Planeta muy fallera

Más de 178 países y al menos 300 municipios en España han confirmado su participación hoy en la Hora del Planeta, «la mayor campaña de movilización ambiental de la historia» en la que este año no estará Valencia, una muestra evidente de que las Fallas pueden con todo, rompen cualquier dinámica y transgreden hasta un mandato, no escrito, pero cada vez más universal. Cientos de monumentos y edificios como la Torre Eiffel, en París, el Empire State Building de Nueva York, el Taipéi 101, en Taiwán, y la ópera de Sídney apagarán hoy durante una hora sus luces. En España se han sumado la Alhambra y el Generalife de Granada, la Catedral de Palma de Mallorca, la Basílica de San Isidoro de León, la Sagrada Familia de Barcelona y muchos de los edificios históricos del Patrimonio Nacional, como el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, la Granja de San Ildefonso en Segovia o el Palacio Real de Madrid.

Dice la organización convocante, WWF, que Valencia colaborará este año de forma «simbólica». Veremos.

La verdad es que se echa de menos el entusiasmo con el que la iniciativa de la Hora del Planeta se recibió otros años en la ciudad, pero claro, cualquiera dice, o siquiera insinúa, que apaguemos una hora la iluminación de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, las de la falla Cuba-Literato Azorín o los altoparlantes de la falla de la esquina. Resulta curioso comprobar como nuestros verdísimos ediles y los no menos comprometidos dirigentes autonómicos andan tan ocupados estos días que no han tenido tiempo de acordarse de la Hora del Planeta. A lo mejor lo que hay que hacer es pedir explicaciones del por qué este año se ha elegido el 19 de marzo y no el 26 ¡A quién se le ocurre! Otra cosa, ya les digo, es que la Hora del Planeta sirva de mucho, aunque el hecho de apagar durante una hora nuestras luces y equipos electrónicos„ ¿también los móviles?„ tiene mucho de símbolo en la lucha contra el cambio climático y ayuda a extender la conciencia medioambiental entre todos los sectores de nuestra sociedad. En la carrera abierta por coger puntos para ser Patrimonio Mundial todo «lo verde» va a jugar también un papel decisivo y nos preguntamos si habría algo más simbólico, comprometido y hasta efectista que apagar las Fallas durante una hora.

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