Poco se parece La Sexta hoy a aquella que iniciaba sus emisiones el 27 de marzo de 2006 sin informativos, con una programación que parecía querer ser la de un Canal+ en abierto. Lo apostaron todo al deporte y a series norteamericanas como Prison Break, renegando de comedias españolas y crónica del corazón. Precisamente, uno de los formatos más recordados sea Sé lo que hicisteis, una parodia tan ácida de lo rosa que consiguió provocar una úlcera sangrante al entonces imbatible Aquí hay tomate. Incluso demandas hubo entre ellos y una sentencia prohibió al espacio presentado por Ángel Martín y Patricia Conde usar imágenes de Telecinco. Ahora son otros los que provocan a algunos dolores de tripa porque el resto de cadenas, incluida la pública, les han dejado casi en exclusiva el filón del periodismo de denuncia e investigación en televisión.
Sus noticiarios con adjetivos se declararon «comprometidos» con la lucha contra el cambio climático, la violencia machista, las desigualdades sociales. Arriesgaron con tertulias de actualidad frente al entretenimiento puro y duro. Y fueron los primeros en darse cuenta de que gastarse un dineral por grandes eventos deportivos no compensa a la larga. El Mundial o la Fórmula 1 son como rollos de discoteca, no fidelizan, mientras que espacios como El Intermedio dejan huella. Es de La Sexta. Bien lo sabe Esperanza Aguirre, que les llama La Secta.
Tras la fusión con Antena 3, los mandamases supieron apreciar el valor de la diferencia para complementarse. Comparten casa pero no cama, con unas redacciones de informativos tan separadas que hasta compiten en grandes coberturas. El canal que llegó sin noticias y se convirtió en referente informativo cumple diez años en su mejor momento. Felicidades.
