Con la llegada de la primavera se incrementa el uso de los protectores solares debido a que los rayos UV, los más perjudiciales para la piel, comienzan a tomar intensidad, mientras que aumenta el tiempo que se pasa al aire libre. El uso de estos filtros químicos es muy recomendable, sin embargo, hay que tener algunas precauciones. Por ejemplo, en el caso de las mujeres embarazadas, los científicos acaban de demostrar que los protectores UV, como también parabenos habituales en cosmética (conservantes bactericida y fungicidas), son bioacumulables y pueden pasar de la placenta a los fetos. Las conclusiones de la investigación liderada por el IADEA-CSIC „que ha contado con la colaboración del Hospital Sant Joan de Déu„ revelan que las concentraciones de estos compuestos es mucho mayor de lo sospechado, ya que en algunos casos se superan los once nanogramos por gramo, es decir, más de 500 veces el valor esperado. La directora del estudio, Silvia Díaz Cruz, considera que los resultados son «preocupantes porque durante el embarazo cualquier alteración hormonal puede ser altamente nociva tanto para la madre como para el desarrollo del feto».